Blog
  • Inicio /
  • Blog /
  • La Escalera Dorada. Catedral de Burgos

La Escalera Dorada. Catedral de Burgos

27/09/2017

Desde Guías Turísticos. Descubrir Burgos te proponemos visitar la Catedral de Burgos con nosotros. Para más información sobre visitas guiadas a la Catedral de Burgos pincha aquí o contacta en el teléfono +34 649 785 940 

La Escalera Dorada es, sin duda,  una de las obras más singulares y bellas que atesora la Catedral de Burgos. Su autor es el genial artista burgalés Diego de Siloé. Preciosa en lo estético e ingeniosa en cuanto a su diseño, puede considerarse como uno de los primeros ejemplos de arquitectura renacentista en España. Una obra que marcó tendencia y que sigue sorprendiendo a todos los que visitan nuestra catedral.

A continuación te descubrimos la Escalera Dorada de la Catedral de Burgos. 

ESCALERA DORADA 

La Escalera Dorada está situada al fondo de la nave del crucero de la Catedral de Burgos. Salva el desnivel existente entre la calle de Fernán González (Camino de Santiago) y la propia catedral por su acceso norte, a través de la Puerta de los Apóstoles o de Coronería.

El mérito artístico de la obra hay que atribuírselo al genio renacentista Diego de Siloé. Pero esta escalera es otra de las aportaciones monumentales a sumar al haber del entonces obispo de la seo burgalesa Juan Rodríguez Fonseca (Toro, Zamora, 1451- Burgos, 1524).

Juan Rodríguez de Fonseca

Juan Rodríguez de Fonseca es una de las personalidades más notables de inicios del renacimiento en la ciudad de Burgos. Obispo de Burgos desde 1514 hasta su muerte en 1524. Perteneciente a la ilustre familia Fonseca mantuvo especiales relaciones con la Corona. Fue miembro del Consejo Real y bajo su gestión se creo la Casa de Contratación de Sevilla. Su papel fue clave en la organización de la expedición y en la importancia que tuvieron los burgaleses en la primera vuelta al mundo.

En los diez años que ocupa la cátedra burgalesa llevó a cabo importantes labores de patrocinio artístico. Las más destacadas fueron la Puerta de Pellejería y la Escalera Dorada

En Burgos, el 4 de noviembre de 1519, el obispo Rodríguez de Fonseca proponía al Cabildo reconstruir la escalera de la Puerta Alta. Una escalera que el propio Fonseca había ordenado derribar poco tiempo atrás, con la oposición del Cabildo, por el uso poco decoroso que se hacía de ella.

Puerta de Coronería. Catedral de Burgos

Puerta de Coronería

La Puerta de los Apóstoles o de Coronería, abierta en el lado norte del crucero, se sitúa en un plano bastante más elevado que el suelo del templo. Ese desnivel era salvado mediante una escalera que, además de incómoda, suponía abusos por el tránsito en las zonas alta y baja de la ciudad.

Hay que tener en cuenta que la Coronería se abre a la calle principal de la ciudad en el siglo XVI y por la que discurre el Camino de Santiago en Burgos. En la actual Plaza Mayor, en el extremo opuesto de la catedral, se situaba el Mercado Menor. A menudo, durante las celebraciones litúrgicas, los burgaleses, con todos sus enseres e incluso con su ganado, utilizaban la escalera como atajo de un punto a otro de la ciudad. Hay constancia documental en las Actas Capitulares (1465) de prohibiciones de uso de esa antigua escalera: "que no pase nadie con cueros de vino ni jarros, ni con carne muerta ni viva ni con aves ni con cabritos ni corderos…"

Escalera Dorada de Burgos
El derribo ordenado por Fonseca causó malestar y protestas entre los vecinos. Esto llevó al propio obispo a encargar la apertura de una puerta lateral junto a la vieja escalera derribada. Facilitaba así un nuevo acceso al templo por su fachada norte. Es la Puerta de Pellejería, obra de Francisco de Colonia en 1516. Poco tiempo después, promoverá construir una nueva escalera a la altura artística del resto del templo. Para ello, cuenta con un joven Diego de Siloé recién vuelto de su estancia en Italia.

Diego de Siloé

Diego de Siloé nació en Burgos hacia el año 1490. Hijo del escultor gótico Gil de Siloé, trabajó como aprendiz en el taller de Felipe Vigarny. Tras su estancia en Italia, junto al también burgalés Bartolomé Ordóñez, vuelve a su ciudad natal en el año 1519. Al poco de su regreso recibe el encargo del sepulcro del obispo Luis de Acuña en la Capilla de la Concepción de la Catedral de Burgos. Ese mismo año presentará las trazas para la construcción de la Escalera Dorada.

Siloé es un artista que, en su patria chica, se ocupará, sobre todo, de tareas escultóricas. De hecho, la Escalera Dorada y la torre del campanario de la iglesia de Santa María del Campo son sus únicas obras arquitectónicas conocidas en Burgos. Sin embargo, tras su marcha a Granada será más conocido por su faceta de arquitecto.

Con el tiempo se convirtió en uno de los grandes de nuestra historia del arte, un Águila del Renacimiento Español en palabras del historiador Manuel Gómez Moreno.

Diseño de la Escalera Dorada

Cuando se encarga a Siloé el diseño de una nueva escalera, se enfrenta a importantes condicionantes. En primer lugar, el importante desnivel entre la actual calle Fernán de González y el interior de la catedral. La altura a salvar por la escalera es de unos ocho metros. En segundo lugar, la apertura en 1516 de la Puerta de Pellejería en ese mismo brazo del crucero. Esta nueva puerta dejaba muy poco espacio para el desarrollo de la nueva escalera. Apenas dos metros y medio disponibles de profundidad.

Difícil reto al que se enfrenta nuestro protagonista. Lo solventa con aparente facilidad. Organiza la escalera a partir de un tramo recto inicial de subida perpendicular al muro. Este tramo inicial comienza con cuatro escalones, semicirculares en sus extremos, sin pasamanos. Continúa con otros nueve escalones flanqueados por pasamanos de piedra. Llegamos así a una primera meseta desde la que se abren dos brazos laterales divergentes de catorce escalones cada uno. Ese primer rellano, se decora con un arco central, a modo de hornacina, que aloja una pintura de la Resurrección de Cristo. Los dos brazos se vuelven a encontrar en la parte superior de la escalera tras otros doce escalones.

Consigue así Siloé salvar con 39 peldaños el gran desnivel existente entre la portada de la Coronería y la nave de crucero. La escalera apenas sobresale del muro, salvo en su parte central, y no entorpece el paso por la Puerta de Pellejería.

Cortile Belvedere del Vaticano. Escalera Dorada

Es algo parecido a lo que resuelve poco después Miguel Ángel para la Biblioteca Laurenciana de Florencia. Probablemente el joven Siloé se inspiró en el proyecto de Bramante para el Cortile Belvedere en el Vaticano, desaparecido posteriormente.

Si ingenioso es el diseño arquitectónico, no menos destacados son los motivos decorativos de la Escalera Dorada.

Decoración de la Escalera Dorada

Los motivos que decoran la Escalera Dorada suponen una auténtica innovación en la época. El contenido iconográfico está basado en grutescos, motivos vegetales, figuras humanas, bichas, esfinges y otros animales fantásticos. Toda una novedad dentro del incipiente arte renacentista español.

El proyecto fue expuesto por el prelado y el artista ante el Cabildo el 4 de Noviembre de 1519. Recogen las actas que el obispo Fonseca propuso sobre que quería tornar á facer la escalera en la puerta alta de la correría donde solía, la cual él había mandado quitar et que agora la quería facer conforme á una traza que mostró en el dicho Cabildo Diego Sylue imaginario.

Escalera Dorada. Catedral de Burgos

Se inició pronto la obra, pues en su parte arquitectónica y escultórica ya estaba concluida en 1522. Ese mismo año comenzaría a trabajar el francés maestre Hilario en las labores de los antepechos y pasamanos en hierro sobredorado. La barandilla está decorada con peces fantásticos, flores, cabezas de ángeles y bichas sosteniendo medallones con cabezas humanas. En el segundo rellano, a ambos lados, figuran los escudos del Cabildo y de Rodríguez Fonseca. Especial mención merece también la rejería de la zona superior, aquella que puedo servir como púlpito. Allí aparecen otros dos medallones representando a San Pedro y San Pablo.

Una última tasación de los dorados en 1526 nos dice que la obra ya estaría completamente finalizada. Y es precisamente por el dorado de la barandilla la razón por la que se ganó el sobrenombre de Escalera Dorada.

La Escalera Dorada como fuente de inspiración

La obra del burgalés fue admirada por su belleza y elegancia durante siglos. Tanto es así que la Escalera Dorada sirvió de inspiración a Charles Garnier para realizar la escalera de la famosísima Ópera de París en el siglo XIX. Garnier había visitado Burgos en 1868, quedando fascinado con su Catedral.

También a la lejana Los Ángeles llegaron los ecos de la Escalera Dorada. En el lujoso Hotel Millennium Biltmore encontramos una copia casi exacta de la misma.

En la actualidad, es habitual encontrarnos junto a la Escalera Dorada la carroza de plata que sirve para procesionar la custodia de la Catedral el día del Corpus Christi. La escalera no tienen uso salvo en Semana Santa. El día de Jueves Santo se engalana e ilumina con velas para acoger el Santísimo Sacramento.

Escalera Dorada en Semana Santa

Según dice la tradición, la última persona que atravesó la Puerta de Coronería y bajó por la Escalera Dorada fue Napoleón Bonaparte. Aunque la historia, como suele ser habitual, nos dice algo diferente. La Puerta de Coronería se cerraría en 1786 para evitar las corrientes de aire en el interior del templo y el que siguiera siendo usada como atajo entres los barrios altos y bajo de la ciudad. Desde entonces se abriría puntualmente en días muy fríos por el peligro que el hielo suponía para bajar a la iglesia por las calles.

Guías Catedral de Burgos

Para terminar, te recomendamos que vengas a conocer la Escalera Dorada de la Catedral de Burgos con nosotros, Guías Turísticos Burgos. Consulta disponibilidad y presupuesto en Contacto Guías Burgos.

 

Fachada catedral de Burgos

Visita la catedral de Burgos

Escalera Dorada - Catedral Burgos - Guías Turísticos Burgos