Las Merindades

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Al norte de la provincia de Burgos se ubica la comarca de las Merindades. Un lugar de paisajes inolvidables, definidos por el montañoso, verde y húmedo mundo cantábrico, y de riquezas patrimoniales que se remontan a tiempos prehistóricos, con interesantes ermitas románicas, esbeltos torreones y castillos, y demás tesoros patrimoniales.

Medina de Pomar

La localidad de Medina de Pomar es la antigua capital de las Merindades. Tres elementos han contribuido a convertir a esta histórica villa en un bello e interesante conjunto urbano: una privilegiada ubicación, una densa historia y un rico patrimonio artístico y cultural.

Sus orígenes se remontan a época de la repoblación altomedieval, cuando grupos de mozárabes se instalaron en la zona. Pero fue a partir de 1396 cuando alcanza su momento de apogeo. El monarca Enrique II donó la villa a su Camarero Mayor Pedro Fernández de Velasco. Los Velasco, futuros Condestables de Castilla, convirtieron a Medina de Pomar en el centro de su extenso señorío e incluso en su panteón.

Allí construyeron a finales del siglo XIV un imponente alcázar de marcadas influencias árabes y una de las mejores muestras y mejor conservadas de la arquitectura militar castellana. Consta de dos robustos torreones de planta cuadrada, unidos por un edificio central. Como morada definitiva, los Velasco fundaron en 1313 el monasterio de Santa Clara, con el tiempo, uno de los más influyentes de Castilla. En él destaca la capilla funeraria de la Concepción, añadida en el siglo XVI siguiendo el modelo familiar iniciado en la capilla de los Condestablesde la Catedral de Burgos.

Además, Medina de Pomar todavía conserva el trazado medieval de sus calles, los restos de sus dos recintos amurallados, huellas de su notable judería y una serie de monumentos significativos, aparte de los mencionados: convento de San Pedro, iglesias de Santa Cruz y de Nuestra Señora del Rosario, hospital de la Veracruz y edificio del Ayuntamiento.

Espinosa de los Monteros

Esta villa debe su apellido a sus monteros, cuerpo hidalgo que desde el año 1006 tenía el privilegio de custodiar durante la noche las estancias de los reyes de España. El montero de cámara debía ser hidalgo y natural u originario de la villa de Espinosa.

Como Medina de Pomar, también formó parte del señorío de los Velasco. Además del castillo de los Velasco, situado en las afueras, dentro del casco urbano se alzan varias torres, entre las que destacan la llamada de los Azulejos y la torre de Valantano o de los Monteros. También son dignos de mención el palacio del Marqués de Chiloeches, el palacio de Cuevas de Velasco y las casas fuertes de los Carrillo del Hoyo y de los Cantimplor. Además cuenta con algunas destacadas muestras de patrimonio religioso, como la iglesia parroquial de Santa Cecilia, San Nicolás y Santa María de Berrueza.

Ojo Guareña

El Complejo Kárstico de Ojo Guareña está formado por más de 110 km de galerías, lo que le convierte en uno de los diez mayores complejos kársticos del mundo. Aquí se han localizado vestigios de ocupación humana desde el Paleolítico hasta nuestros días. Encontramos improntas de pies descalzos dejadas hace unos 15.000 años, grabados y pinturas rupestres, hachas de bronce, cerámicas, etc. También la ermita rupestre dedicada a los santos Tirso y Bernabé, uno de los más curiosos santuarios cristianos de la provincia de Burgos, cuyo interior se decora con unas llamativas pinturas murales de los siglos XVII y XVIII

Puentedey

El caserío de este pueblo se organiza en torno a uno de los más singulares y vistosos fenómenos de la naturaleza burgalesa, el gran puente natural excavado por el río Nela en una densa barrera de roca caliza. Es, sin duda, una de las imágenes más pintorescas de la provincia, atribuida por sus antiguos pobladores a la mano divina, de ahí su nombre, Puente de Dios, que derivó al topónimo Puentedey.

Forma parte de la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España.

En las proximidades de Puentedey se sitúa un estrecho y alargado cañón que guarda en su interior un sorprendente tesoro paisajístico: la cascada de La Mea.

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