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Visitas guiadas Catedral de Burgos
Desde Guías Turísticos. Descubrir Burgos te proponemos visitar con guía la Catedral de Burgos. Para más información sobre visitas guiadas a la Catedral de Burgos pincha aquí o contacta en el teléfono +34 649 785 940
La Catedral de Burgos es el monumento más visitado de nuestra ciudad. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984. Es la única catedral española que tiene esta distinción de forma independiente. Sin duda, es una de las joyas del arte gótico universal.
Para visitarla en detalle necesitamos tiempo, mucho tiempo. Si vienes a conocerla, te recomendamos lo hagas con nuestras visitas guiadas a la Catedral de Burgos. Mientras tanto, para que vayas preparando la visita, te dejamos un pequeño aperitivo.
¿Cuánto dura la visita guiada a la Catedral de Burgos?
Lo recomendable es dedicarle, al menos, medio día para descubrir cada uno de sus rincones. Aún así, siempre nos dejaremos algo pendiente. Pero lamentablemente el tiempo es algo de lo que no solemos andar sobrados.
Nuestra visita guiada a la Catedral de Burgos nos llevará una hora y cuarto aproximadamente. En ella recorreremos los puntos más destacados del templo y sus más de 800 años de historia.
Eso sí, antes de programar la visita guiada es conveniente conocer los horarios de apertura de la Catedral de Burgos.
¿Cuáles son los horarios y días en que se puede visitar la Catedral de Burgos?
La Catedral de Burgos es visitable prácticamente todos los días del año, excepto en festividades importantes en las que el culto se celebra en el Altar Mayor. Las tardes del 24 y 31 de diciembre permanece siempre cerrada al turismo. Así como el 25 de diciembre y el 1 de enero.
El horario de apertura para turismo, desde el 19 de marzo al 6 de octubre, es de 9:30 a 19:30 hrs. (cierre de accesos a las 18:30). En otoño e invierno el horario es de 9:30 a 19 hrs. (cierre de accesos a las 18:00)
¡¡ IMPORTANTE !!: Los días de apertura pueden ir variando en función de diferentes actos y del culto. Consultar siempre ante los posibles cambios de última hora que pueda haber en los horarios
HISTORIA CATEDRAL DE BURGOS
Un 20 de julio de 1221, el obispo Mauricio de Burgos y el rey de Castilla, Fernando III "el Santo", colocan la primera piedra de la Catedral de Burgos. Sustituye la nueva catedral a un antiguo templo románico. Fue erigido este durante el reinado de Alfonso VI. En la anterior iglesia, también dedicada a la Virgen María, se había celebrado el 30 de noviembre de 1219 la boda de Fernando III y Beatriz de Suabia. Parece que este acontecimiento marcó el punto de partida de las obras de la nueva catedral.
Desconocemos la identidad de los primeros maestros que trabajan en la catedral de Burgos. Es de suponer que fueran de origen francés, traídos por el obispo Mauricio. En su construcción se siguen patrones góticos franceses, desconocidos en la España de inicios del siglo XIII.
Aunque ya se celebran oficios en 1230, fue finalmente consagrada en 1260 bajo la advocación de Santa María la Mayor.
Se amplia y enriquece en sucesivas épocas con los dos espectaculares claustros, el cimborrio y con diecinueve capillas. Diferentes estilos artísticos que se van sumando a un inigualable edificio gótico. Como resultado final, nos encontramos una verdadera enciclopedia del arte.
En la catedral de Burgos han dejado su huella artistas extraordinarios. Gil y Diego de Siloé; Felipe Vigarny; Juan, Simón y Francisco de Colonia, o Juan de Vallejo son solo algunos ejemplos.
DESCRIPCIÓN DE LA CATEDRAL DE BURGOS
La catedral consta de planta de cruz latina. Tiene tres naves con girola, más alta y ancha la central que las laterales. A su vez, las tres naves están divididas en seis tramos. En el presbiterio se añaden tres tramos más. El brazo del crucero, muy saliente en planta, tiene una sola nave.
El alzado responde a la característica secuencia gótica de arcos de separación, triforio y claristorio (ventanales).
Finalmente el edificio está cubierto con bóvedas de crucería simple cuatripartitas, con nervio longitudinal de ligazón o espinazo en la nave central y en el transepto. Tan solo el tramo próximo al crucero presenta bóvedas más complejas, estrelladas con nervios combados. Se corresponden con las reformas del siglo XVI.
Dimensiones de la Catedral de Burgos
Las dimensiones del templo son 84 metros de largo por 59 de ancho. En superficie, el total de la Catedral de Burgos, incluyendo las capillas y claustros, ronda los 12.000 m2.
La nave central cuenta con 11,30 metros de ancho y 25,20 de alto. La altura máxima de la Catedral la encontramos en la fachada de Santa María. Desde la Plaza del Rey San Fernando hasta las agujas que rematan las dos torres hay unos 88 metros de altura.
El material utilizado para la construcción es piedra caliza extraída, en su mayor parte, de las canteras de la cercana localidad burgalesa de Hontoria de la Cantera.
EXTERIORES DE LA CATEDRAL DE BURGOS
En el exterior, el templo conserva bellos ejemplos de elegancia gótica. Como suele ser habitual en este estilo, los conjuntos escultóricos se concentran en las diferentes portadas. A continuación recorremos las más destacadas portadas de la catedral de Burgos.
FACHADA DE SANTA MARÍA
Es la fachada principal de la Catedral de Burgos. Situada a los pies, se la conoce como portada de Santa María por su iconografía mariana. Está inspirada en catedrales francesas como Reims o Notre Dame.
En primer lugar, en el cuerpo bajo se abre la puerta principal, también llamada Real o del Perdón, flanqueada por otras dos puertas menores. Ante el grave deterioro que sufrían fueron reformadas en 1663 las dos laterales y en 1790 la central.
A continuación, en el segundo cuerpo, destaca el enorme rosetón con forma de estrella de seis puntas o sello de Salomón. Sobre el rosetón, en un tercer cuerpo, elegante galería decorada con estatuas de los reyes de Castilla rematada con la inscripción Pulchra es et decora, en alusión a la Virgen.
Pero, sobre todo, en esta fachada llaman la atención las elegantes agujas góticas que coronan las dos torres. Las añade Juan de Colonia a mediados del siglo XV. De inspiración germana, estas agujas dotan a la catedral de una personalidad inconfundible.
PORTADA DEL SARMENTAL
La primera portada que se levanta en la catedral de Burgos es la situada en el brazo sur del crucero. Conocida como Puerta del Sarmental, se construye aproximadamente entre 1230 y 1240. Probablemente uno de los mejores conjuntos de escultura monumental europea. Muestra también clara influencia francesa, especialmente de la catedral de Amiens.
Cristo en Majestad, rodeado por los evangelistas, preside el tímpano. Las arquivoltas están decoradas con coros de ángeles, los Ancianos del Apocalipsis y otras figuras posible alegoría de las Artes. Por debajo del tímpano, el dintel presenta un Apostolado. El parteluz cuenta con la imagen de un obispo, tradicionalmente identificado con el obispo don Mauricio.
En el remate, por encima de un gran rosetón de tracería gótica, aparece un conjunto de figuras de ángeles portadores de incensarios y cirios.
El rosetón del Sarmental conserva las vidrieras más antiguas de la Catedral. La mayor parte de las originales, del siglo XIII, desaparecen con la voladura del castillo de Burgos en 1813 por parte de las tropas francesas.
PORTADA DE LA CORONERÍA
La Puerta de la Coronería es la otra gran portada del crucero. También conocida como la de los Apóstoles, se abre en el lado norte del transepto. Está varios metros por encima del Sarmental, desnivel que se salva en el interior con la Escalera Dorada. Las obras de esta puerta comenzaría hacia 1245, citándose en 1257 como finalizada.
En el tímpano está representada la Déesis, con Cristo Juez junto a las figuras de la Virgen y San Juan en actitud orante. La parte inferior y el dintel se reservan para el pesaje de almas. San Miguel, en el centro, con la balanza con la que pesa las almas. A un lado están aquellos que han logrado la salvación. Entre ellos se identifica a los reyes Fernando III y Beatriz de Suabia y unos clérigos que pueden tratarse de san Francisco y Santo Domingo. Al otro lado, se ubican los condenados que son conducidos por los demonios al infierno.
En las jambas, un Apostolado, siguiendo la estructura de la catedral de Chartres.
Junto a la Puerta de la Coronería está la cuarta portada de la catedral, la de Pellejería. La Puerta de Pellejería se abre en un costado del brazo norte del crucero de la Catedral de Burgos. Esta bonita portada plateresca es obra de Francisco de Colonia.
INTERIOR DE LA CATEDRAL DE BURGOS
Al gran joyero gótico descrito con anterioridad, se van añadiendo numerosas joyas con el paso del tiempo. Son varios los elementos destacables en el interior de la catedral de Burgos. Muchos de ellos se levantan durante las importantes reformas acometidas en la segunda mitad del siglo XV y primera del XVI.
RETABLO MAYOR
El retablo mayor de la catedral de Burgos es una obra de estilo renacentista romanista. Los trabajos se inician en 1562. Obra de los hermanos Rodrigo y Martín de la Haya. Contaron con la colaboración de, entre otros, Juan de Anchieta y Domingo de Bérriz.
Preside el retablo la imagen de Santa María la Mayor, patrona de la ciudad de Burgos. Es una magnífica obra de platería del siglo XV pagada por el obispo don Luis de Acuña.
TRASALTAR
El deambulatorio o girola que rodea el presbiterio de la nave central, se adorna con un conjunto de cinco relieves o retablos. De los cinco relieves del trasaltar de la Catedral de Burgos, los tres centrales fueron realizados por Felipe Vigarny entre 1498 y 1503. Por primera vez deja el gótico flamenco para introducir formas y modelos del renacimiento italiano. Representan a Cristo con la Cruz a Cuestas, La Crucifixión y El Descendimiento y la Resurrección.
Los dos extremos son de época barroca, segunda mitad del siglo XVII, y su autor el vallisoletano Pedro Alonso de los Ríos.
CIMBORRIO
Justo en el crucero, se levanta entre 1540 y 1568 el impresionante cimborrio. Sustituye a un anterior cimborrio construido por Juan de Colonia hacia 1460. En la madrugada del 3 al 4 de marzo de 1539, noche de fuertes vientos, se desploma arrastrando en la caída parte de las bóvedas.
Inmediatamente se proyecta su reconstrucción. El actual cimborrio de la catedral de Burgos se lo debemos a Juan de Vallejo y Francisco de Colonia. Presenta una elevada estructura de prisma octogonal dividida en tres cuerpos. El imponente volumen arquitectónico descansa sobre cuatro enormes pilares circulares. Cuatro trompas permiten el paso hacia la planta octogonal de los dos cuerpos. Culmina en una bóveda estrellada con plementería calada que, junto a los ventanales, proporcionan una intensa luminosidad interior.
Los ocho lados de la linterna están cuajados de una densa decoración de inspiración renacentista. Se entremezclan numerosas esculturas, relieves, escudos nobiliarios y otros elementos decorativos salidos de las manos de artistas como Juan Picardo y Pedro de Colindres.
Cuenta con veinticinco metros de altura, que se suman a los otros veinticinco de la nave central. En palabras del monarca Felipe II, más parece obra de ángeles que de hombres.
TUMBA DEL CID
Bajo el cimborrio, una sencilla losa de jaspe rojizo cubre los restos de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, y de su esposa doña Jimena. Allí fueron trasladados desde el monasterio de San Pedro de Cardeña en 1921, coincidiendo con el VII Centenario de la Catedral.
Una inscripción en letras doradas, creada por Menéndez Pidal, nos recuerda que allí está enterrado Rodrigo Díaz Campidoctor, el que en buena hora nació.
CORO Y TRASCORO
La sillería del coro ocupa los tres tramos de la nave central anteriores al crucero. Todo el conjunto está tallado en madera de nogal.
Se encarga su ejecución en un primer momento, entre 1505 y 1512, a Felipe Vigarny. Años más tarde, entre 1527 y 1535, experimenta un nuevo impulso constructivo.
En esta obra participaron, aparte del borgoñón, Diego de Siloé, Andrés de Nájera, Simón de Bueras y García de Arredondo con sus respectivos talleres.
En el nivel inferior hay 44 asientos que llevan tallados en sus respaldos el santoral de la Iglesia y pasajes de la infancia de Cristo. El nivel alto dispone 59 sillas, decoradas con relieves de la vida de Cristo, desde la Anunciación hasta la Resurrección y aparición a Santo Tomás. Toda ella está rematada con un friso con escenas del Antiguo Testamento.
Parece presidir la sillería la estatua funeraria del siglo XIII del obispo don Mauricio, fundador de la Catedral. Hecha en madera revestida de cobre repujado y esmaltado.
Ya en el siglo XVII, se finaliza el cierre del coro gracias al impulso del cardenal Zapata. El mismo cardenal promueve la construcción del trascoro que se completaría con pinturas de fray Juan Rizi y Juan van der Hamen.
ESCALERA DORADA
Adosada a la pared del hastial norte de la nave del crucero, se levantó, entre 1519 y 1522, una escalera para salvar el desnivel existente entre la puerta de Coronería y la nave norte del transepto. Rodríguez de Fonseca, obispo de Burgos, encargó su construcción al genial Diego de Siloé.
Posiblemente influenciado por modelos italianos de Bramante, Siloé diseña un innovador modelo de escalera. Con sus 39 escalones salva ocho metros de desnivel en un espacio mínimo. Comienza con un tramo recto que finaliza en un rellano. Desde ese punto, la escalera se bifurca en dos brazos que convergen en el rellano final.
Además del diseño, hay que valorar los motivos renacentistas que decoran la escalera. El contenido iconográfico a base de grutescos, motivos vegetales, figuras humanas, bichas, esfinges y otros animales fantásticos, incorporados por Siloé en la decoración de los muros y los arcos de la escalera, constituyen una auténtica novedad dentro del incipiente arte renacentista español.
El rejero francés Hilario realizó los antepechos en hierro dorado. De ahí que se la denominara Escalera Dorada.
La obra del burgalés fue admirada por su belleza y elegancia durante siglos. Tanto es así que la Escalera Dorada sirvió de inspiración para realizar la escalera de la famosísima Ópera Garnier de París en el siglo XIX.
EL PAPAMOSCAS
A los pies de la catedral de Burgos, en lo alto del muro de la nave central, encontramos la simpática figura del Papamoscas. Este autómata da las campanadas del reloj, mientras abre y cierra la boca.
Parece que se construye en el siglo XVI. Sería completado por el relojero Francisco Álvarez en el año 1743. A su lado el Martinillo, otro autómata que anuncia los cuartos de hora, contempla la escena desde un balcón entre dos campanas.
CAPILLA DE LOS CONDESTABLES
Entre las diecinueve capillas de la Catedral de Burgos sobresale la capilla de la Purificación o de los Condestables. Es, posiblemente, la mejor capilla que se levanta en Europa en el siglo XV. Es más, se la considera una catedral dentro de otra catedral.
Simón de Colonia la construye entre 1482 y 1494. Sus promotores fueron los Condestables de Castilla, Pedro Fernández de Velasco y su esposa Mencía de Mendoza. Ambos fueron una de las parejas más influyentes de la España de los Reyes Católicos.
Concebida como monumental panteón funerario. Presenta planta poligonal cubierta por una atrevida bóveda estrellada calada en su centro. Además guarda en su interior un valioso conjunto de obras de arte. Empezando por el propio sepulcro de los fundadores, posible obra de Felipe Vigarny, y continuando con los impresionantes retablos que decoran la capilla, ejecutados por el propio Vigarny y Gil y Diego de Siloé.
El retablo mayor es obra de Diego de Siloé y de Felipe Vigarny. Fue realizado entre 1523 y 1526. Su arquitectura es muy original, concebido como si fuera un gran escenario. Representa la Purificación de la Virgen y la Presentación de Jesús en el Templo. En las esculturas de tamaño natural se aprecia la diferencia de estilo entre Vigarny y Siloé.
Entre las muchas joyas de la capilla se encuentra el cuadro de la Magdalena de Giovanni Pietro Rizzoli, Giampietrino, discípulo de Leonardo da Vinci, al que se llegó a a atribuir la autoría.
Por último, la capilla se completa con la sacristía adyacente, añadida en 1517 por Francisco de Colonia.
OTRAS CAPILLAS
Aunque no tan conocidas como la de los Condestables, también destacadas son otras capillas de la catedral de Burgos. En ellas se conjuga una armoniosa combinación entre estructuras arquitectónicas de relieve y elementos de carácter decorativo incorporados a lo largo del tiempo a la primitiva fábrica del siglo XIII.
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Capilla de Santa Ana o de la Concepción
Construida entre 1477 y 1488 por la familia Colonia en estilo gótico isabelino. Atesora dos de las principales joyas artísticas de la seo castellana. Por un lado, el retablo mayor, obra maestra de Gil de Siloé. Por otro, el sepulcro renacentista, de principios del siglo XVI, del obispo Luis de Acuña, realizado por el hijo del anterior, Diego de Siloé. -
Capilla de la Presentación
Realizada entre los años 1519 a 1524 por Juan de Matienzo. Se inspira en la la capilla de los Condestables para crear un espacio de planta central cubierta con bóveda estrellada con plementería calada. Patrocinada por el canónigo Gonzalo Díez de Lerma, cuyo sepulcro, tallado en alabastro por Felipe de Vigarny, ocupa el centro de la misma. Destaca el cuadro de la Sagrada Familia, pintado por Sebastiano del Piombo. -
Capilla de Santa Tecla
Una de las dos capillas, junto a la del Santo Cristo de Burgos, reservada para el culto diario. Construida entre 1731 y 1735 en estilo barroco. El trazado de la capilla es obra de Alberto Churriguera. La obra fue finamente ejecutada por Domingo de Ondátegui y Juan de Sagarvínaga. Tiene cúpula de media naranja, enriquecida, al igual que el resto de las bóvedas, con magníficas yeserías policromadas. En ellas abundan las representaciones de santos y de ángeles. -
Capilla del Santísimo Cristo de Burgos
Da nombre a esta capilla la imagen del Cristo de Burgos, Cristo crucificado del siglo XIV. Hecho en madera, recubierta de piel de bovino y con pelo natural. Muy devocionado por los burgaleses.
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