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VIII centenario de la boda de Fernando III y Beatriz de Suabia

16/09/2019

En plena conmemoración del VIII Centenario de la Catedral de Burgos, efeméride que se celebrará el próximo 20 de julio de 2021, vamos a dedicar esta nueva entrada de nuestro blog a un acontecimiento que, sin duda, marcó el punto de partida de esta gran obra.

Un 30 de noviembre del año 1219, día de San Andrés, contrajeron matrimonio en la iglesia de Santa María de Burgos el rey de Castilla, Fernando III, y la princesa germana, Beatriz de Suabia. En este hecho, la mediación del obispo Mauricio de Burgos fue clave. Era obispo de Burgos desde 1213 y persona de confianza del rey Fernando.

Ambos, el obispo Mauricio y el propio monarca, serán los que promuevan casi dos años más tarde la sustitución de la primitiva Catedral de Burgos, románica, por un nuevo templo gótico.

FERNANDO III EL SANTO

Fernando nació en Peleas de Arriba (Zamora) en 1201. Era hijo de Berenguela, reina de Castilla, y de Alfonso IX de León.

Reinó en Castilla (1217-1252) tras la prematura muerte de su tío Enrique I por el impacto de una teja y la abdicación de su madre Berenguela, hijos ambos de Alfonso VIII de Castilla. También se hizo con la corona de León en 1230 al fallecer su padre.

Una vez Fernando había accedido al trono de Castilla, el matrimonio del joven rey pasó a ser el asunto prioritario. Su madre, Berenguela, tomó la iniciativa para elegir esposa para Fernando III. La mujer debía ser de su mismo rango y condición.  Además se debía evitar la posibilidad de anulación del matrimonio por razones de parentesco. Esto ya había ocurrido con la propia Berenguela y Alfonso IX. Cualquier matrimonio con miembros de las familias reales hispanas, así como de Inglaterra y Francia, podría haber sido impugnado.

BEATRIZ DE SUABIA

La candidata que atrajo la atención desde un principio fue la princesa alemana Beatriz (Núremberg, 1205- Toro, 1235). Era hija de Felipe de Suabia, emperador de Alemania entre 1198 y 1208, y de la bizantina Irene. El padre de Beatriz era hermano del emperador alemán Enrique VI (1190-1197) y ambos hijos de Federico I Barbarroja. Su madre Irene era hija del emperador de Bizancio Isaac Ángel (1185-1204). Los cronistas de la época destacarán ese doble origen imperial de Beatriz de Suabia.

Una vez resuelta la elección de esposa, la reina Berenguela envió, a mediados de 1219, una embajada al imperio alemán en su busca. La comitiva estaba presidida por el obispo Mauricio de Burgos. Iba acompañado de Pedro Rodríguez, abad de San Pedro de Arlanza, Rodrigo, abad cisterciense de Santa María de Rioseco, y el prior de San Zoilo de Carrión, entre otras distinguidas personalidades.

PREPARATIVOS DE LA BODA

Los cronistas proporcionan diferentes versiones de la llegada de los legados a la corte de Federico II. Finalmente, tras cuatro meses de estancia en la corte de Suabia, el rey entregó a los embajadores castellanos a su prima Beatriz.

De vuelta a Castilla, el séquito se detuvo en París para visitar a la hermana de la reina Berenguela. Blanca de Castilla era reina consorte de Francia por su matrimonio con Luis VIII. Ambos padres de San Luis IX. Allí el obispo Mauricio tuvo la oportunidad de ver cómo habían avanzado, desde su época de estudiante en París, las obras de la catedral de Notre Dame. Durante su paso por Francia pudo conocer también otras grandes catedrales como Reims  o Chartres. Unas catedrales de altas torres, levantadas en nuevo lenguaje arquitectónico muy diferente al de la catedral burgalesa.

A su llegada a Castilla, la propia reina Berenguela acude hasta Vitoria al encuentro de Beatriz. En Burgos estaba esperando Fernando, rodeado de los magnates de su Corte, de la nobleza del reino y los representantes de concejos y ciudades, previamente invitados a este acto. En  presencia de todos ellos, hizo Mauricio entrega de Beatriz. Presentó los regalos del emperador al monarca castellano y su Corte. También las escrituras de los desposorios y dotación otorgadas por don Mauricio en nombre de su soberano.

La impresión que causó la joven entre los burgaleses fue muy buena. La describen las crónicas como una doncella nobilísima, muy sabia, pudorosa, de honestas costumbres, prudente y dulcísima. Una primera impresión que se confirmaría y acrecentaría durante los dieciséis años de su reinado.

Monasterio de las Huelgas en Burgos

Tras unos días de fiestas y celebraciones, Fernando III fue nombrado caballero el 27 de noviembre de 1219. La  ceremonia de ordenamiento, oficiada por don Mauricio, tuvo lugar en el Monasterio de las Huelgas de Burgos.

Precisamente para nombrar caballeros a reyes y nobles se utilizó en Las Huelgas una escultura articulada de Santiago Apóstol. Posiblemente de finales del siglo XIII, sirvió para nombrar caballero, entre otros, al rey Alfonso XI. Todavía hoy se conserva la talla en la llamada capilla de Santiago.

Santiago articulado. Monasterio de las Huelgas

BODA EN LA CATEDRAL DE BURGOS

Por fin, el 30 de noviembre, en la catedral de Santa María de Burgos (levantada durante el reinado de Alfonso VI), oficiando el obispo Mauricio, se celebraba la boda de Fernando y Beatriz. 

En apenas dieciséis años de matrimonio (Beatriz muere en 1235) nacerían diez hijos. Siete varones y tres mujeres: Alfonso X el Sabio,  Fadrique, Fernando, Leonor, Berenguela, Enrique, Felipe, Sancho, Manuel y María.

Asistieron a la boda el arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada, y demás prelados del reino; miembros de la nobleza; delegados de las ciudades y pueblos de mayor categoría, y una destacada presencia de damas, caballeros, militares y familias pudientes de toda Castilla. Una concurrencia tan numerosa que nunca se había visto otra igual en la ciudad de Burgos. Esto vino a demostrar una vez más la insuficiencia del antiguo templo para ceremonias religiosas de tal índole.  

Dos esculturas de finales del siglo XIII, en el claustro alto de la catedral de Burgos, representan la entrega del anillo de Fernando III a Beatriz de Suabia.

Fernando III y Beatriz de Suabia

En la mente del obispo Mauricio planearía ya la idea de sustituir el vetusto templo románico. Una nueva catedral a la altura de la Caput Castellae y acorde con el nuevo gusto arquitectónico de la época. Burgos merecía un templo que hiciera justicia con la pujanza de la urbe. Era una de las ciudades llamadas a jugar un papel fundamental en el devenir de Castilla.

Para ello, hubo que esperar casi dos años desde la boda real. Un 20 de julio de 1221, festividad de Santa Margarita, se celebró el simbólico acto de colocación de la primera piedra de la nueva catedral de Burgos. Actuaron como padrinos el rey Fernando III y su esposa Beatriz, así como doña Berenguela y toda su Corte. El sueño de don Mauricio comenzaba así a tomar forma.

Un sueño que en algo más de un año, 20 de julio de 2021, cumplirá su VIII Centenario. Pero de ello, hablaremos en otro momento.

Como siempre, acabamos recomendando visitar Burgos y su maravillosa catedral. Para nosotros, Guías Turísticos Burgosserá un placer acompañaros.

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Boda Fernando III y Beatriz Suabia - Guías Turísticos Burgos