Custodia de la Catedral de Burgos
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La custodia de la Catedral de Burgos es una de las obras de orfebrería sacra más destacadas de la primera mitad del siglo XX. Quizás le falta el poso que solo te acaba dando el paso del tiempo. Pero, aún así, su diseño, ejecución y riqueza de materiales hacen de esta custodia procesional una pieza excepcional.
El pasado 20 de julio de 2021, se conmemoraron los 800 años de la Catedral de Burgos. Con el fin de perpetuar este VIII centenario, el cabildo burgalés ha encargado al artista Antonio López unas puertas de bronce para la Portada de Santa María de la Catedral de Burgos.
Esa misma idea de recordar tan especial efeméride, tuvo en 1921 el arzobispo de Burgos, Juan Bautista Benlloch. Para celebrar el 700 cumpleaños, el cardenal Benlloch impulsó el encargo de una nueva custodia procesional para la catedral.
A continuación, te descubrimos la custodia de la Catedral de Burgos.
CUSTODIA DE LA CATEDRAL DE BURGOS
Como hemos comentado, el cardenal Benlloch tuvo la idea de hacer un objeto especial como recuerdo del séptimo centenario de la catedral. Pero también se buscaba cubrir el vacío dejado por el robo de la anterior custodia, obra de Juan de Arfe. Esta custodia de Arfe fue sustraída por las tropas francesas en la Guerra de la Independencia.
Las tropas napoleónicas causaron importantes daños al patrimonio burgalés. Además de la catedral y su primitiva custodia, no se libraron del saqueo la tumba del Cid, entonces en el Monasterio de San Pedro de Cardeña, la Cartuja de Miraflores y el Monasterio de las Huelgas.
Custodia de Juan de Arfe
Juan de Arfe (León, 1535-Madrid,1603) fue uno de los grandes orfebres del renacimiento español. Era nieto de Enrique de Arfe, también reconocidísimo orfebre. Enrique es el autor de las custodias de Córdoba y Toledo.
Sobre todo, Juan de Arfe es conocido por sus custodias de asiento. Normalmente cuentan estas con cuatro cuerpos sostenidos con columnas. Su obra cumbre es la custodia de la Catedral de Sevilla.
Arfe residió en Burgos entre 1589 y 1595. En ese tiempo realizó una custodia para la Catedral de Burgos. A juzgar por la descripción de algunos documentos, esta custodia debía ser similar a la de Sevilla. Se la describe en un inventario de 1797 como: "una custodia grande sexavada de plata". Contaba con cuatro cuerpos. El primero, con seis arcos, recibía el peso del segundo cuerpo. En el segundo piso sus doce columnas acogían las figuras de cuerpo entero de los apóstoles. El tercer cuerpo se componía también de doce columnas. En el centro de este, una imagen de la Concepción y, alrededor de la repisa, ángeles músicos. Por último, una media naranja con linterna de seis ventanas y una cruz redonda como remate.
De la custodia de Juan de Arfe solo se conserva, actualmente, la custodia portátil que se asentaba en la procesional. Está expuesta en el museo de la Catedral de Burgos.
Desde su sustracción, no había sido sustituida por otra de categoría semejante hasta 1921. Para la elaboración de la nueva custodia, se presentaron numerosos proyectos. De entre ellos, el cabildo escogió el de los Talleres de Arte Granda.
La obra se realizó por suscripción pública. A las aportaciones del propio cabildo se sumaron las de numerosos burgaleses. No solo fueron aportaciones económicas, sino también joyas que se integraron en la custodia.
FÉLIX GRANDA BUYLLA
Félix Granda Buylla (Pola de Lena, 1868-Madrid,1954) fue el fundador de Talleres de Arte Granda. Este sacerdote, escultor, pintor y orfebre dirigió el taller hasta su fallecimiento. Todavía hoy este taller sigue trabajando en Madrid. A la elaboración de arte sacro, ha añadido un departamento de conservación y restauración.
La obras de arte salidas del taller de Granda se hacía de acuerdo con las calidades más altas de la artesanía y de sus materiales. Todo ello, frente a unos modelos de producción industrial del arte religioso imperantes a principios del siglo XX.
Es en las piezas de orfebrería en las que se producen las mayores aportaciones artísticas de Granda. Aunque se inspira en modelos del pasado, incorpora también novedades en su decoración, morfología y técnica. Las custodias de Granda, al igual que la mayoría de sus piezas de orfebrería, son escenario de ricos programas iconográficos. En ninguna el programa es tan complejo como en los conjuntos gemelos destinados a la iglesia de Reina (La Habana, Cuba) y a la Catedral de Burgos. Ambas son, posiblemente, las dos obras cumbre de la orfebrería eucarística de Granda.
¿Qué es una custodia?
Las custodias procesionales u ostensorios son piezas para acoger y exponer la Hostia Consagrada o el Santísimo Sacramento. Generalmente está hechas de oro, plata u otros metales preciosos. El papel de las custodias es especialmente relevante en la Iglesia Católica en la celebración de la fiesta del Corpus Christi. De hecho, es en la celebración de esta festividad en la que encontramos el origen de las custodias procesionales.
Existe una gran variedad de custodias en cuanto a su tamaño, tipología y materiales. A pesar de esta variedad, todas tienen en común un espacio central, redondo y de cristal donde se deposita el Santísimo Sacramento. Es el llamado viril.
Generalmente alrededor del viril se representan los rayos de sol. Pretende mostrar que Cristo es el “sol que nace de lo alto” y la “luz del mundo”.
DESCRIPCIÓN TÉCNICA DE LA CUSTODIA DE BURGOS
La custodia procesional de la catedral forma parte de un conjunto en el que se incluye también un expositor políptico. El expositor está compuesto por cinco paneles. En origen, estaba concebido para cerrarse sobre sí mismo y ocultar la custodia cuando no se encontrara expuesto el Santísimo Sacramento. Por ello, el reverso de este políptico está también ricamente decorado. Además, cada una de estas dos piezas, custodia y expositor, cuenta con una base exenta que sirve de soporte.
Ambos elementos tienen un mismo diseño pero están hechos con variaciones en sus motivos y en los materiales empleados. Suponen un rico recopilatorio de las técnicas de platería más refinadas de la época. Entre otras, se usan las técnicas de cincelado, repujado, grabado a buril y forja.
Materiales empleados
La custodia de la Catedral de Burgos está elaborada en oro y plata dorada al fuego. Según el propio taller encargado de su ejecución, se emplearon quince kilos de oro y cerca de cien de plata. También se utilizan platino y otros metales, así como marfiles, esmaltes y unas 4.500 piedras preciosas.
Pero el valor de la custodia reside también en la riqueza de su mensaje teológico.
Programa iconográfico
Desde el punto de vista iconográfico, custodia y expositor narran la historia de la Salvación. Todo ello a través de multitud de símbolos y escenas del Antiguo y Nuevo Testamento y de la vida de la Iglesia. Solo el expositor cuenta con más de doscientas escenas e imágenes, con referencias a Cristo y a la Salvación. Los motivos representados en el políptico convergen en la custodia.
La custodia representa el Árbol de la Vida, inspirándose en el Apocalipsis. Este árbol sería una alegoría del propio Jesucristo y de la Redención con su muerte en la cruz. El pie de la custodia se apoya en ocho tortugas. En la tradición oriental, la tortuga soporta el peso del universo. Es también símbolo de la ordenación del caos y de la inmortalidad, por su longevidad.
Del pie arranca el fuste de la custodia o del árbol. El tronco del árbol está decorado con un nudo central en forma de templete, del que salen las ramas con racimos de uvas y hojas de vid. Para custodiar el viril de platino se levanta una compleja arquitectura de formas neogóticas. Cuenta con infinidad de figuras alegóricas, ángeles de marfil e imágenes de santos.
Sirve de marco a la Sagrada Forma una magnífica corona de esmeraldas y piedras preciosas, y el sol con rayos de oro y granate.
Dos círculos concéntricos bajo la corona representan al Padre y al Hijo. Mientras, sobre el viril, está el Espíritu Santo, una paloma esmaltada en blanco.
En la peana cuadrangular que soporta la custodia se añaden, además de escenas relacionadas con la Eucaristía, los escudos de los promotores de su elaboración.
Finalmente, la custodia se entrega en 1927. Ese año fue bendecida por el nuevo arzobispo burgalés, Pedro Segura. El precio total ascendió a medio millón de pesetas.
PROCESIÓN DEL CORPUS CHRISTI
La custodia de la Catedral de Burgos recorre las calles de la ciudad cada año durante la procesión del Corpus Christi. La procesión se traslada en Burgos al domingo posterior al día del Corpus, uno de esos jueves que brilla más que el sol.
Para ser procesionada se sitúa sobra una soberbia carroza de plata, obra del maestro orfebre Suárez en 1900. La custodia puede verse el resto del año en el museo catedralicio.
La del Corpus es una festividad con mucho arraigo en la ciudad Burgos. Aunque, quizás, lo sea más la del Curpillos o Corpus Chico. El Curpillos se celebra el viernes siguiente al Corpus. En este caso, los distintos actos, religiosos y civiles, están vinculados al Monasterio de las Huelgas y al pendón de las Navas de Tolosa.
Visitas guiadas a la Catedral de Burgos
Para terminar, si quieres saber más de la custodia te recomendamos nuestras visitas guiadas a la Catedral de Burgos. Contacta aquí con Guías Turísticos Burgos, Guías Oficiales de Turismo.
