Capillas de la Catedral de Burgos

Desde Guías Turísticos. Descubrir Burgos te proponemos conocer con guía las capillas de la Catedral de Burgos. Para más información sobre visitas guiadas a la Catedral de Burgos pincha aquí o contacta en el teléfono +34 649 785 940

La Catedral de Burgos cuenta con un total de diecinueve capillas. Sin duda, esta gran cantidad de capillas, su calidad artística y su variedad estilística hacen de la seo burgalesa un templo único. Las dieciocho capillas que se van añadiendo con el tiempo a la capilla mayor son verdaderas iglesias dentro de un gran templo. Incluso una de ellas, por su tamaño y belleza, es conocida como una catedral dentro de la catedral. 

Además, son capillas levantadas o remodeladas en diferentes momentos de los más de 800 años de la Catedral de Burgos. Hay capillas de todos los siglos que van desde el XIII hasta el XVIII. Y, por supuesto, de todos los estilos artísticos que imperan en ese intervalo de tiempo. Desde un gótico inicial hasta el barroco, pasando por el gótico final o flamígero y el renacimiento.

Esta vez, nos vamos a limitar a la enumeración de cada una de las capillas de la Catedral de Burgos y a una breve descripción de las mismas. En próximas entradas de nuestro blog nos centraremos en cada una de ellas.

CAPILLAS DE LA CATEDRAL DE BURGOS

Antes de conocer las capillas de la Catedral de Burgos, seguro que te has preguntado alguna vez....

¿cuál es el origen de la palabra "capilla"?

El origen del término "capilla" lo tenemos que ir a buscar a la ciudad alemana de Aquisgrán. Allí, en un pequeño oratorio privado del palacio de Carlomagno (hoy catedral) se guardaba un fragmento de la capa de san Martín de Tours. La capa que este militar del siglo IV partió para entregar un trozo a un mendigo. Pues bien, en latín, "capella" ("capilla") es el diminutivo de "cappa" ("capa", en castellano). La iglesia palatina de Carlomagno pronto empezó a ser conocida como "capella" por custodiar la "capilla" de san Martín.

Ahora sí, nos venimos desde Aquisgrán a Burgos. Para empezar el recorrido por las capillas de su catedral nos iremos a los pies del templo. Avanzaremos en el sentido de las agujas del reloj, para finalizar en la capilla principal, la Capilla Mayor. 

Y precisamente junto a un reloj, el célebre Papamoscas, encontramos la primera: la Capilla de Santa Tecla.

1. CAPILLA DE SANTA TECLA

Accediendo a la Catedral de Burgos por la Fachada de Santa María, a la izquierda, se localiza la Capilla de Santa Tecla. Es una de las dos capillas, junto a la del Santísimo Cristo de Burgos, reservada para el culto en la catedral. Por lo tanto, no está habilitada para su visita turística.

Es la capilla más grande de todas. Ocupa el espacio de cuatro anteriores capillas medievales (Santa Práxedes, Santa Victoria, Todos los Santos y Santa Lucía) y de una iglesia parroquial, la de Santiago.

El promotor de su construcción fue el arzobispo de Burgos don Manuel de Samaniego y Jaca. Anteriormente había sido arzobispo de Tarragona, por lo que dedica la capilla a la patrona de esa localidad de la que era fiel devoto: santa Tecla. Se construye entre 1731 y finales de 1735. Sin confirmación documental, pudo ser diseñada por Alberto Churriguera. El proyecto inicial fue supervisado y modificado en parte por Andrés Collado y Francisco de Bazteguieta.

Toda ella es de estilo barroco. En su interior, destacan la cúpula, decorada con yeserías policromadas, y el retablo mayor, de estilo churrigueresco.

2. CAPILLA DE SANTA ANA O DE LA CONCEPCIÓN

La Capilla de Santa Ana o de la Concepción está situada en el ángulo que forman el brazo norte de la nave del crucero y la nave del Evangelio. Ocupa el espacio de los anteriores capillas del XIV, las de Santa Ana y San Antolín, y de un pequeño patio.

Se construye en el último cuarto del siglo XV, por iniciativa del obispo de Burgos don Luis de Acuña y Osorio. Inicia las obras el arquitecto Juan de Colonia, en 1477. Las culminará su hijo, Simón de Colonia, en 1483, con la atrevida bóveda decorada con caireles. La arquitectura presenta formas y decoración de un elegante arte gótico florido.

Sin duda, el retablo mayor es la joya de la capilla. Junto con el retablo mayor de la Cartuja de Miraflores, es el mejor retablo conservado de Gil de Siloé. Su iconografía gira entorno a la Inmaculada Concepción de María. Destacar también dos sepulcros. Por un lado, el del propio Luis de Acuña. Obra hecha en alabastro por Diego de Siloé, en 1519. Por otro lado, en la entrada, el del arcediano Fernando Díaz de Fuentepelayo, persona de confianza de Luis de Acuña. Se atribuye a Gil de Siloé.

3. CAPILLA MAYOR. ALTAR MAYOR

La Capilla Mayor de la la catedral consta de tres tramos. El primero, contiguo al crucero, cuenta con bóveda de crucería compleja y los dos siguientes con bóveda de crucería simple. Corresponde su construcción a la primitiva fábrica gótica de influencia francesa. Hay constancia de que en 1230 ya se estaba celebrando culto en ese espacio.

Preside el espacio el retablo mayor, el principal de los 38 retablos con los que cuenta la Catedral de Burgos. Es obra de los hermanos Rodrigo y Martín de la Haya, entre 1652 y 1580. Como titular del retablo está la imagen de Santa María la Mayor, patrona de la archidiócesis de Burgos. Es una imagen de plata policromada, unos cien años anterior al retablo.

4. CAPILLA DE SAN NICOLÁS

La Capilla de San Nicolás se abre al muro este del brazo norte del transepto, cerca de la Escalera Dorada. Junto con la Capilla Mayor, es la más antigua de la catedral. Fundada por el capiscol Pedro Díaz de Villahoz (fallecido en 1230), enterrado en ella.

Tiene planta cuadrada y está cubierta con bóveda de crucería octopartita. Destaca el sepulcro de un familiar del fundador, el obispo don Juan de Villahoz. También un frontal y retablo románico del siglo XIII. Proviene del monasterio benedictino de Santa María de Mave (Palencia). Además, encontramos el sepulcro románico de la infanta Sancha, hija de Alfonso VIII y Leonor de Plantagenet. Ambos reyes son los fundadores del Monasterio de las Huelgas, lugar en el que debería haber sido enterrada esta infanta, junto al resto de su familia.

5. CAPILLA DE LA NATIVIDAD

La Capilla de la Natividad de la Virgen María es uno de los mejores ejemplos renacentistas de la catedral de Burgos. Esta capilla es una de las pocas capillas de promoción laica. Fue fundada por doña Ana de Espinosa, viuda de Pedro González de Salamanca. Sustituye a dos de las antiguas capillas de la girola, las de San Gil y San Martín. Las obras habían empezado en 1562, estando finalizadas hacia 1580. La obra de cantería corrió a cargo de Martín de Bérriz y Martín de la Haya. Este último artista y Domingo de Bérriz fueron los autores del retablo mayor de la capilla, entre 1580 y 1585.

Recientemente se ha atribuido un tríptico de esta capilla al pintor flamenco Van Hemessen. ​

6. CAPILLA DE LA ANUNCIACIÓN

La Capilla de la Anunciación o de San Antonio Abad es la última de las cinco capillas radiales que llegó a tener el templo en su cabecera. Se levantaría hacia 1275-1280. Su planta es irregular al adaptarse al espacio libre que quedaba tras la construcción de las capillas del lado recto de la girola norte. Cuenta, por ello, con dos espacios diferenciados. Por un lado, el principal, cubierto con bóveda nervada sexpartita. Por otro, un espacio triangular con bóveda de tres nervios. 

En 1540 la solicitó el canónigo Juan Martínez de San Quirce como lugar de enterramiento. Él fue quien encargó el retablo manierista que hoy la preside. Su realización corrió a cargo del escultor Juan de Lizarazu y del policromador Lázaro de Azcoitia.

7. CAPILLA DE SAN GREGORIO

A la Capilla de San Gregorio se la conoció en época medieval como de San Juan Evangelista. En 1576, el Papa Gregorio XIII, le concedió Altar Privilegiado, prevaleciendo, desde entonces, la denominación de San Gregorio.

Junto con la de la Anunciación, es una de las dos que quedan en la girola de los últimos años del siglo XIII. Aunque ya en 1239 se cita una capilla dedicada a san Juan, la arquitectura apunta a unas décadas más tarde. Tiene también planta hexagonal, si bien más regular que la anterior, con bóveda de crucería.

En ella se conservan dos destacados sepulcros. Son los de los obispos Gonzalo de Hinojosa (fallecido en 1327) y Lope de Fontecha (fallecido en 1351). 

8. CAPILLA DE LOS CONDESTABLES O DE LA PURIFICACIÓN

Sin duda, la Capilla de los Condestables o de la Purificación es la más destacada de todas las de la Catedral de Burgos. Se dice de ella que es una "catedral dentro de la catedral". Posiblemente es la mejor capilla funeraria que se levanta en Europa durante el siglo XV. Esta vez, nos limitamos a dejar cuatro pinceladas de la misma para, próximamente, dedicar una entrada monográfica a esta joya.

La Capilla de los Condestables está en la cabecera de la catedral, al fondo de la nave central. Debe su nombre a quienes la mandaron construir, don Pedro Fernández de Velasco, Condestable de Castilla, y doña Mencía de Mendoza y Figueroa, su esposa. Se levantó sobre otra anterior, más modesta, dedicada a san Pedro.

El arquitecto responsable de su construcción fue Simón de Colonia, entre 1482 y 1496. Añade la sacristía su hijo, Francisco de Colonia, en 1517. Consta de planta hexagonal, cubierta con una deslumbrante bóveda calada con forma de estrella octogonal.

La obra escultórica se la debemos a tres genios. Por un lado, el gran escultor gótico Gil de Siloé talla uno de los retablos colaterales. Por otro lado, dos de los grandes del renacimiento hispano, Diego de Siloé y Felipe Vigarny, hacen el retablo mayor y el segundo retablo colateral. Probablemente, el propio Vigarny es el autor de las estatuas yacentes de los promotores en mármol de Carrara.

Pero no terminan ahí las maravillas de esta capilla. Tres soberbios cuadros ponen la guinda al pastel. Un Cristo crucificado de Mateo Cerezo, un tríptico flamenco anónimo con la Virgen y el Niño y, cómo no, el cuadro de María Magdalena, posible obra de Giampetrino, que ha llegado a atribuirse a Leonardo da Vinci.

Hasta la reja, de Cristóbal de Andino, es digna de admiración en esta capilla.

9. CAPILLA DE SANTIAGO

La Capilla de Santiago se encuentra actualmente unida a la Capilla de San Juan Bautista. Acogen ambas capillas el Museo Catedralicio, el conocido también como "tesoro" de la catedral, con acceso desde el claustro alto.

Esta capilla aparece ya citada en el siglo XIV. Aunque fue transformada por completo en el siglo XVI. La nueva fábrica es obra de Juan de Vallejo, quien trabaja en ella entre 1521 y 1534. Cuenta con planta irregular, cubierta con amplia bóveda de compleja tracería de nervios combados.

El actual retablo mayor de la Capilla de Santiago fue proyectado en 1772 por Fernando González de Lara. Está presidido por un gran Santiago Matamoros.

La entrada a esta capilla se hacía desde la girola. Este acceso, protegido con una reja del maestro Elorza, se encuentra cerrado en la actualidad.

10. CAPILLA DE SAN JUAN BAUTISTA.

La Capilla de San Juan Bautista es otra de las capillas existentes en el medievo. Es una de las cuatro capillas claustrales. En concreto, esta capilla se abre a la panda este del claustro alto. La portada de la Capilla de San Juan muestra interesantes policromías y una imagen de la Virgen con el Niño.

Se construyó como lugar de enterramiento del prelado don Juan Cabeza de Vaca. Aunque, como la anterior, la capilla que ahora vemos es del siglo XVI. No quedan apenas restos para suponer cómo era en origen.

Hoy, como comentábamos, está unida a la Capilla de Santiago y forma parte del museo.

11. CAPILLA DE SANTA CATALINA

En el claustro alto, levantado en la segunda mitad del siglo XIII, se van a abrir varias capillas a lo largo del siglo XIV. La primera fue la Capilla de Santa Catalina. Su construcción se debe al obispo don Gonzalo de Hinojosa. Comenzaron las obras en 1316 para albergar la sala capitular hasta 1596. Además de este uso, ha tenido otros: sacristía noble, lugar de reunión del ayuntamiento de Burgos,...

Es un espacio de planta cuadrada con bóveda estrellada de rica tracería. El acceso se hace a partir de una portada, con arco apuntado, que conserva la policromía. En su tímpano se representa el Descendimiento y castillos y leones en las jambas y dintel.

La rica cajonería que rodea la capilla se añadió durante el siglo XVIII. Los muros está completamente cubiertos con retratos de los obispos de las Diócesis de Oca y de Burgos.

12. CAPILLA DEL CORPUS CHRISTI

A continuación de la de Santa Catalina, está la Capilla del Corpus Christi, otra fundación del siglo XIV. También se abre al claustro a través de una portada gótica policromada. Es obra de Pedro Sánchez, maestro de fábrica de la catedral entonces, en 1371. En su dintel está representado el fundador, Juan Estébanez, junto a su esposa.

El espacio interior es cuadrangular, con bóveda de crucería octopartita. Destaca el sepulcro de un caballero, hecho en alabastro, que representa al fundador o a su hijo, García Fernández Castellanos. Adosada al muro hay una bellísima escalera de finales del siglo XVI. A través de esa escalera se accede al archivo catedralicio.

Actualmente preside la capilla una réplica del Cristo de Burgos. También aquí estuvo expuesto el popular Cofre del Cid.

13. CAPILLA DE SAN JERÓNIMO

La Capilla de San Jerónimo se localiza en el ángulo noroeste del claustro alto. Es la capilla más pequeña de todas las de la catedral. Su construcción fue promovida por don Francisco de Mena, arcediano de Lara, poco antes de mediados del siglo XV. Debido al poco espacio disponible, se cubre con una pequeña bóveda. Posiblemente fue realizada por Juan de Vallejo.

Preside la estancia un bonito retablo manierista de Diego Guillén, colaborador de Vallejo.

14. CAPILLA DE SAN ENRIQUE

A continuación de la puerta del claustro, volviendo a la catedral, está la Capilla de San Enrique. De nuevo, su patrocinio se lo debemos a un arzobispo, don Enrique Peralta y Cárdenas. En este caso, se trata de una obra del barroco clásico, realizada por los arquitectos Juan de Sierra y Bernabé de Hazas, entre 1670 y 1675.

Una vez más, hablamos de una capilla que ocupa el espacio de otras anteriores, las de Santo Tomás de Canterbury o Ecce Homo y las de San Andrés y la Magdalena. Está cubierta con doble cúpula, octogonal la de los pies y circular con linterna la de la cabecera. Preside la capilla un retablo atribuido a Policarpo de la Nestosa, dorado y policromado en 1671. Destaca en el retablo una escultura reubicada del Ecce Homo, de origen flamenco, realizada hacia 1500.

Igualmente admirable es el órgano situado a los pies de la capilla, concluido en el año 1674.

Por último, un arcosolio acoge la escultura funeraria del fundador de la capilla. Representa en bronce, en actitud orante, a don Enrique Peralta.

15. CAPILLA DE LA VISITACIÓN

Justamente a la izquierda del acceso a la catedral por la Puerta del Sarmental, está la Capilla de la Visitación. Su construcción se la debemos al arquitecto Juan de Colonia, por encargo del obispo Alonso de Cartagena en 1440. Este obispo es el primer prelado promotor de una gran capilla funeraria de patrocinio personal, para memoria propia y de sus allegados.

El espacio se divide en dos. En primer lugar, el principal, cubierto con bóveda de terceletes. En segundo lugar, la cabecera, con curiosa bóveda de crucería muy del estilo de Colonia.

El sepulcro del obispo, de alabastro, parece ser obra de Juan de Colonia, la cama, y de Gil de Siloé, el bulto yacente. El propio Juan de Colonia, fallecido en 1481, está enterrado en esta capilla.

Asimismo sobresale por sus dimensiones un lienzo de Carlos Luis Ribera, de 1890, que representa a los Reyes Católicos ante Granada.

16. CAPILLA DE SAN JUAN DE SAHAGÚN

La Capilla de San Juan de Sahagún está dedicada, desde 1765, al santo agustino leonés que fue canónigo de la Catedral de Burgos. Conocida también como Capilla de los Rojas por haber sido escogida por doña María de Rojas como lugar de enterramiento. Aún conserva la arquitectura gótica del siglo XIV, posteriormente alterada.

Destacan en esta capilla las pinturas murales de santa Catalina y santa María Magdalena, obras del siglo XIV. El retablo rococó, presidido por el santo titular de la capilla, es obra de Fernando González de Lara.

17. CAPILLA DE LAS RELIQUIAS

A través de la Capilla de los Rojas, accedemos a la Capilla de las Reliquias. Es una construcción barroca con decoración de gusto rococó. Se la debemos a Fernando González de Lara, tanto en lo arquitectónico, como en lo escultórico.

Este artista fue el encargado también de realizar los tres retablos relicarios. En ellos, se custodian las reliquias que conserva la catedral desde el siglo XI hasta el XXI.

18. CAPILLA DE LA PRESENTACIÓN

La Capilla de la Presentación es conocida también como Capilla de San José o Capilla de los Lerma. Fue don Gonzalo Díez de Lerma, canónigo de la catedral y protonotario apostólico su promotor. Encargó las obras a Juan de Matienzo, que las realizó entre 1521 y 1524.

Sobre todo, destacan tres elementos en la capilla. En primer lugar, la imponente bóveda estrellada de plementería calada, inspirada en la Capilla de Condestables. En segundo lugar, el sepulcro del canónigo, hecho en alabastro por Felipe Vigarny. Por último, la joya pictórica que preside el retablo. Es una pintura sobre tabla que representa a la Sagrada Familia, obra de Sebastiano del Piombo.

19. CAPILLA DEL SANTÍSIMO CRISTO DE BURGOS

Para finalizar el recorrido por las capillas de la Catedral de Burgos, volvemos a los pies del templo. Allí, en el lado de la Epístola, se localiza la Capilla del Santísimo Cristo de Burgos. Como Santa Tecla, está reservada también para el culto diario. Por ello, no es accesible para el turismo.

La capilla es una obra del siglo XIV, de estilo gótico. Está edificada, con planta de cruz latina, sobre el antiguo claustro de la primitiva catedral románica. En el tímpano de la puerta de acceso, está la conocida como Virgen de los Remedios, que daba nombre a la capilla.

En la actualidad, toma el nombre de la singular talla que preside el retablo mayor de la capilla. Es el conocido como Cristo de Burgos. Este Cristo crucificado, del siglo XIV, es muy devocionado en Burgos y en diferentes lugares de España e Hispanoamérica.