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Capilla de Santa Ana. Catedral de Burgos

10/01/2024

Desde Guías Turísticos. Descubrir Burgos te proponemos conocer con guía la Capilla de Santa Ana o de la Concepción de la Catedral de Burgos. Para más información sobre visitas guiadas a la Catedral de Burgos pincha aquí o contacta en el teléfono +34 649 785 940

La Capilla de Santa Ana o de la Concepción es una de las más espectaculares de las diecinueve capillas de la Catedral de Burgos. Se sitúa a la izquierda del templo si accedemos por la Fachada de Santa María. Está en el ángulo que forman el brazo norte del transepto y la nave del Evangelio. Es decir, entre la Capilla de Santa Tecla y la Escalera Dorada.

En su momento, era la capilla más suntuosa de la catedral. Fue construida a finales del siglo XV por la familia de arquitectos Colonia en estilo gótico flamígero. Acoge dos de las muchas joyas artísticas de la Catedral de Burgos, el retablo mayor y el sepulcro del promotor, el obispo Luis de Acuña.

A continuación, te descubrimos la Capilla de Santa Ana de la Catedral de Burgos.

Planta Capilla de Santa Ana. Catedral de Burgos

CAPILLA DE SANTA ANA. CATEDRAL DE BURGOS

La Capilla de Santa Ana fue encargada construir por don Luis de Acuña y Osorio, obispo de la diócesis de Burgos. Continua así con una tradición que había iniciado en la Catedral de Burgos su antecesor, Alonso de Cartagena, en la Capilla de la Visitación. Es la de construir espacios privados y funerarios.

A lo largo del siglo XV se fue extendiendo cierta obsesión por construir capillas funerarias por parte de nobles y altas dignidades de la Iglesia. Es este un momento de gran preocupación por la salvación del alma. Por ello, comienzan a fundarse infinidad de capellanías privadas en monasterios, catedrales y parroquias. En ellas se celebraban misas por las almas de sus comitentes. Son obras que modificarán la estructura arquitectónica general. Y es que que el añadido de nuevos espacios requiere la sustitución de otros ya existentes.

En ese contexto, Luis de Acuña, emulando a Alonso de Cartagena, solicitará permiso para construir su capilla funeraria en un lugar simétrico al escogido previamente por él. Es decir, en el lado norte del transepto de la catedral.

Capilla de Santa Ana o de la Concepción. Catedral Burgos

LUIS DE ACUÑA Y OSORIO

Luis Vázquez de Acuña y Osorio (Cuenca, 1426-Burgos,1495) fue obispo de Burgos entre 1456 y 1495. Es el suyo, de largo, el episcopado más prolongado de la diócesis burgalesa. Fue también uno de los más activos partícipes en la vida política de la corona de Castilla en los años centrales del siglo XV.

Era hijo de Juan Álvarez Osorio, señor de Villatugo, y de su segunda esposa, María Manuel. María Manuel era bisnieta de don Juan Manuel, hijo del infante Manuel de Castilla. Este, a su vez, hijo menor de Fernando III el Santo. Por lo tanto, por vía materna, estaba emparentado con Juan Pacheco, marqués de Villena, y Pedro Girón, maestre de Calatrava, dos de los magnates más poderosos del reino en tiempos de Enrique IV. Asimismo, Luis de Acuña tenía vínculos familiares con Alfonso Carrillo, arzobispo de Toledo.

Sus importantes lazos familiares explican que con solo 26 años fuera obispo de Segovia y que en 1457 tomara posesión del obispado de Burgos. Era Burgos una de las sedes más importantes y con mejores rentas de Castilla.

En lo político, se decantó por el infante Alfonso en levantamiento contra el rey Enrique IV. Años más tarde, cambiando de bando, el obispo Luis de Acuña tomó partido por Juana la Beltraneja en la guerra de sucesión que la enfrentó a Isabel la Católica. Eso le costó al obispo un breve destierro, teniendo que dirigir la diócesis de Burgos desde su palacio en Rabé de las Calzadas.

Tuvo, al menos, dos hijos. Uno de ellos también obispo, Antonio Acuña, conocido por su papel en la guerra de las comunidades.

El mecenazgo artístico de Luis de Acuña

El obispo Luis de Acuña no solo fue una destacada personalidad desde el punto de vista político. También lo fue en el campo de la cultura y el arte. De hecho, fue uno de los más grandes mecenas de la historia de la Catedral de Burgos.

Aguja norte. Catedral de Burgos

Por iniciativa suya, se termina la construcción de las agujas sobre las torres de la Fachada de Santa María de la Catedral de Burgos. En la aguja norte podemos ver su escudo. Además, a él le debemos el primitivo cimborrio de la catedral que colapsó en 1539. Por último, encargos suyos fueron las puertas del claustro y la imagen de plata de Santa María la Mayor. Ambas obras, también, en la Catedral de Burgos.

Aunque, sobre todo, es recordado, por su capilla funeraria, la Capilla de Santa Ana.

CONSTRUCCIÓN DE LA CAPILLA DE SANTA ANA

Luis de Acuña tardó veinte años en solicitar el espacio para su capilla funeraria. La solicitud de permiso se retrasó hasta 1477. Sobre todo, por las dificultades del reino y las tensiones dentro del  obispado y cabildo.

Para ello, contó con la mediación de su persona de confianza, Fernando Díaz de Fuentepelayo. Fue él quien presentó carta del obispo pidiendo permiso para "fabricar capilla para nuestra sepultura...detrás de las capillas de Santana e Sant Antolín...e será obra apostura e ornato de la eglesia". Al espacio de esas dos capillas anteriores se añadió una especie de corral que " era como cosa perdida lo que allí estaua e por estar tan soez no trataba alli casi gente por eso era causa se hazían algunas deshonestidades e deseruicios de Dios".

Ocupa el espacio dos antiguas capillas del siglo XIV, la de Santa Ana y la de San Antolín. De ahí que aún hoy se la siga conociendo por este nombre, Santa Ana.

Capilla de la Concepción o Santa Ana. Catedral Burgos

Inicia la construcción, en 1477, el arquitecto Juan de Colonia. Fallecido este a mediados de 1481, la terminaría su hijo, Simón de Colonia. Estaría finalizada en 1488. 

DESCRIPCIÓN DE LA CAPILLA DE SANTA ANA

El acceso a la capilla se hace mediante dos arcos apuntados. A esos arcos se les añadieron sendas rejas atribuidas a Luis de Paredes, comenzadas en 1485.

Ya en el interior, el espacio se divide en dos tramos rematados con bóvedas de crucería, con los nervios decorados con caireles. Mismo caireles que encontramos en la iglesia de la Cartuja de Miraflores. Por lo tanto, la estructura general de la capilla sería diseñada por Juan de Colonia, correspondiendo a su hijo Simón la cubierta con esa atrevida bóveda.

Bóveda Capilla de Santa Ana. Catedral Burgos

Para su iluminación se pensó en tres aperturas al exterior. Se abrieron sendos ventanales a norte y sur y un tercer vano, al oeste, que debía ser el foco principal de luz. Este último fue cegado en el siglo XVIII el erigirse la vecina Capilla de Santa Tecla, restando gran parte de la luminosidad original de la capilla.

Nada más traspasar la puerta de acceso, a la izquierda se encuentra el sepulcro de don Fernando Díaz de Fuentepelayo. A la derecha, tres pequeños retablos, dos neogóticos dedicados a san Rafael y a santa Teresa de Jesús, y otro dedicado a santa Ana. Frente al retablo mayor de la capilla, el sepulcro del obispo Luis de Acuña.

Pero, sin duda, lo que más nos llama la atención según accedemos a esta capilla es su impresionante retablo mayor. Junto con el retablo mayor de la Cartuja de Miraflores, es una de las obras cumbres de la escultura tardogótica europea. Su autor, cómo no, el genial Gil de Siloé.

Retablo mayor Capilla de Santa Ana. Catedral Burgos

RETABLO MAYOR DE LA CAPILLA DE SANTA ANA

El retablo mayor de la Capilla de Santa Ana fue realizado entre 1483 y 1486 por Gil de Siloé y su taller. El dorado y la policromía del conjunto se la debemos a su habitual colaborador Diego de la Cruz. Es una obra tan espectacular que se merece que la dediquemos en el futuro una entrada monográfica en nuestro blog. Por lo que, esta vez, nos limitaremos a cuatro pinceladas

Muchos estudiosos lo consideran el primer trabajo de Siloé en Burgos. Y visto el resultado final, seguramente, le serviría de carta de presentación ante la reina Isabel. Ya que, poco más tarde, le encargará el también impactante conjunto escultórico de la Cartuja de Miraflores: el retablo mayor, el sepulcro de Juan II e Isabel de Portugal, y el sepulcro del infante Alfonso, padres y hermano de la propia reina católica.

Banco del retablo

Se organiza el retablo en banco, cuerpo principal de tres calles y ático. En el banco, la escena central representa la Resurrección de Cristo, saliendo de su sepulcro, flanqueado por ángeles que portan los instrumentos de la Pasión o Armas Christi. A la derecha de Jesús están la Virgen y san Juan. A la izquierda, María Magdalena y otra de las Marías. En los relieves laterales del banco se ubican los santos Pedro y Pablo y los cuatro Evangelistas. Destacar al evangelista san Marcos que porta unas curiosas lentes. Lentes que ya veíamos en otro personaje también tallado por Siloé, el apóstol san Tomás del sepulcro del infante Alfonso en la Cartuja. ¿Estamos ante otro posible autorretrato del artista?.

Cuerpo principal

En el cuerpo principal se desarrolla la genealogía de la Virgen. En las dos calles laterales, bajo doseletes, cuatro relieves, que desarrollan el Ciclo de la Vida de la Virgen: Expulsión de San Joaquín del Templo, la Anunciación del ángel a San Joaquín, el Nacimiento de María y su Presentación en el Templo. Estos relieves envuelven la escena central, el Abrazo ante la Puerta Dorada de San Joaquín y Santa Ana. Es esta una de las maneras de representar la Inmaculada Concepción de María.

Detalle retablo Capilla de Santa Ana. Catedral Burgos

El Árbol de Jesé

Recostado, debajo de la escena central, encontramos a Jesé, padre del rey David. De su pecho nace un árbol en cuyas ramas aparecen los descendientes de Jesé, antepasados de Cristo. Culmina el árbol en una flor sobre la que se asienta entronizada María con el Niño en su seno. El Árbol de Jesé es una representación de la genealogía humana y divina de Cristo. Está basada en una profecía del profeta Isaías.

A ambos lados de María, aparecen las alegorías de la Sinagoga, con los ojos cubiertos, las Tablas de la Ley y un cetro roto, y la Iglesia, coronada y con el cetro entero.

En la parte inferior de este cuerpo central, hay otros dos relieves más. En el lado del Evangelio vemos al donante, Luis de Acuña, en actitud orante y acompañado de su inseparable ayudante Fuentepelayo. Al otro lado, un santo en una escena de caza en la que se le aparece un ciervo con Cristo Crucificado en la cornamenta. Se puede identificar con san Huberto o san Eustaquio.

Completan la decoración del retablo, infinidad de pequeñas figuritas de profetas, patriarcas, santos, etc. Muchos de ellos no están identificados. Aunque portan filacterias, en algunas no figuran sus nombres. Por ultimo, en el ático encontramos un Calvario, con Cristo Crucificado encima de las armas del comitente.

Esta iconografía busca ensalzar la figura de María y glorificar su estirpe real, descendiente de los reyes de Judá. Cobrará nueva fuerza en la segunda mitad del siglo XV como exaltación de su Inmaculada Concepción. La concepción sin pecado de María llegó a dividir a la Iglesia entre defensores y detractores de la misma. Finalmente se proclamó dogma de fe en 1854.

SEPULCRO DE LUIS DE ACUÑA

Enfrentado al retablo encontramos el sepulcro de obispo Luis de Acuña. Es un sepulcro exento hecho en alabastro. Su autor fue Diego de Siloé, hijo de Gil de Siloé. Se hace en 1519, muchos años después de que falleciera el obispo.

Sepulcro Luis de Acuña. Catedral de Burgos

La obra muestra con claridad una tipología plenamente renacentista. De hecho, es la primera obra documentada de Diego de Siloé en Burgos tras volver a su ciudad natal desde Italia. Es probable que no la dejara del todo acabada. Ese mismo año, Diego de Siloé recibió el encargo de una de sus obras más conocidas, la Escalera Dorada de la Catedral de Burgos.

Siloé sigue de manera fiel el modelo de sepulcro del papa Sixto IV, obra de Pollaiuolo. La cama no es excesivamente alta. Tiene forma de tronco de pirámide con las paredes curvadas. Sobre la cama está representado el obispo con báculo y mitra. reposa la cabeza sobre dos almohadones. Rodea al difunto la inscripción: “PROPTER UTRUMQUE LATVS PRAESUL LVDOVICUS ACUÑA OSORIO STIRPES QUAS ADAMAVIT HABET. ANNO M. CD. XCV”.

Los muros de la cama se decoran con el escudo del obispo, sostenido por grifos alados, por alegorías de las siete Virtudes y por una Sibila. Además, en las esquinas aparecen hojas de acanto rematadas con volutas y garras de león. Elementos estos también usados por Pollaiuolo.

SEPULCRO DEL ARCEDIANO FUENTEPELAYO

Junto al acceso a la capilla, se encuentra el sepulcro del arcediano Fuentepelayo. Fernando Díaz de Fuentepelayo era criado muy antiguo del obispo Luis de Acuña, como reza la inscripción del sepulcro. Recordamos que a él le encomendó Luis de Acuña la gestión de los permisos para la construcción de la capilla. Falleció en 1492.

Por su condición de arcediano, primer capellán de la Capilla de Santa Ana y hombre de confianza del obispo se le concedió el privilegio de ser enterrado aquí.

Sepulcro Fuentepelayo. Catedral de Burgos

Por sus características, el sepulcro de Fuentepelayo se ha atribuido tradicionalmente a Gil de Siloé. Aunque no hay constancia documental. Es un arcosolio angrelado de arco rebajado, enmarcado por otro conopial. Se representa al difunto yacente, con libro en las manos y acompañado de un paje. En el frontal de la cama, relieves que representan el Nacimiento y la Adoración de los Reyes Magos. Completan el conjunto una Adoración, Dios Padre y ángeles portando el escudo del arcediano.

OTRAS OBRAS DE LA CAPILLA DE SANTA ANA

Frente al sepulcro de Fuentepelayo hay un pequeño retablo de piedra dedicado a santa Ana. Fue encargado en 1522 a Diego de Siloé. En el centro del retablo, Santa Ana Triple. Es decir, santa Ana, su hija María y su nieto, el Niño Jesús. Les acompañan dos imágenes de san Bartolomé y san Vitores.

Retablo Santa Ana Triple. Catedral Burgos

Contiene también la Capilla de Santa Ana un cuadro de la Sagrada Familia con San Juanito. Al parecer es copia, con el añadido del Bautista, de una Sagrada Familia de Andrea del Sarto. Completan los bienes muebles, un cuadro con el Martirio de San Bartolomé y tres preciosas capas pluviales.

Sagrada Familia. Andrea del Sarto. Catedral de Burgos

Al fondo de la capilla, hay un gran arco sepulcral con imágenes de la Virgen del Pilar´y del apóstol Santiago.

INTERVENCIONES DEL SIGLO XIX

Prácticamente toda la Capilla de Santa Ana se la debemos a la iniciativa de Luis de Acuña. Ahora bien, pocas veces reparamos en el patronazgo que, más tarde, tuvo el IX duque de Abrantes, Ángel María de Carvajal y Téllez Girón. Así, entre 1868 y 1870, bajo su patrocinio se acometieron varias intervenciones.

Va a encargar a Lanzuela hacer dos retablos neogóticos dedicados a san Rafael y a santa Teresa. También, el propio Lanzuela va a repintar el retablo de Gil de Siloé. Este repinte se eliminó tras una acertada restauración. Podemos así apreciar hoy la policromía original de Diego de la Cruz.

Retablos de Lanzuela. Catedral de Burgos

Rodeando al retablo se añadieron escudos de linajes nobiliarios relacionados con los duques de Abrantes. Por ejemplo, de los Carvajal, Sande, Arellano, duques de Osuna, condes de Benavente, Orden de la Jarretera, etc.

Es indudable que el duque quiso subrayar su vinculación con Portugal a través de la repetición de las armas reales portuguesas. Aparecen tanto en el banco del retablo como en las dos vidrieras que financió. En las vidrieras están flanqueadas por una D. y una A., "Duque de Abrantes".

Por último, señalar que en la cripta de esta capilla siguen recibiendo sepultura los arzobispos de Burgos. Los dos últimos enterrados aquí fueron Teodoro Cardenal y Santiago Martínez Acebes, ambos en 2006.

Visitas guiadas a la Catedral de Burgos

Para terminar, si quieres conocer la Capilla de Santa Ana de la Catedral de Burgos te recomendamos nuestras visitas guiadas. Contacta aquí con Guías Turísticos Burgos, Guías Oficiales de Turismo. Visitas guiadas a la Catedral de Burgos.

Fachada catedral de Burgos

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Capilla de Santa Ana o de la Concepción - Catedral de Burgos