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Ermita de Quintanilla de las Viñas

26/02/2023

Desde Guías Turísticos. Descubrir Burgos te proponemos conocer la ermita de Quintanilla de las Viñas, Covarrubias y Santo Domingo de Silos con nosotros. Para más información sobre nuestras visitas guiadas a la Cuna de Castilla pincha aquí o contacta en el teléfono +34 649 785 940 

La ermita de Santa María de Quintanilla de las Viñas, en la provincia de Burgos, es una de las joyas de la arquitectura prerrománica española. Se encuentra enclavada en una paraje natural de gran belleza, en pleno alfoz de Lara y a apenas medio kilómetro de la localidad de Quintanilla de las Viñas. Es esta una tierra, la de Lara, rica en historia como pocas. Asentamientos prehistóricos, castros celtíbericos, villas romanas y, por supuesto, el castillo en el que nació el considerado primer conde soberano de Castilla, Fernán González. Además, muy cerca están la localidad medieval de Covarrubias, el Monasterio de Santo Domingo de Silos y las ruinas de otro milenario cenobio, el de San Pedro de Arlanza. Todo ello, en plena Cuna de Castilla.

Castillo de Lara en Burgos

Esta ermita fue declarada Monumento Nacional en el año 1929. Apenas unos años más tarde de que el párroco del lugar, Bonifacio Zamora, la "descubriera" entre la maleza e intentara atraer el interés de los especialistas. Entre ellos el del historiador y arqueólogo burgalés Luciano Huidobro.

A continuación, te descubrimos la ermita de Quintanilla de las Viñas.

ERMITA DE QUINTANILLA DE LAS VIÑAS

Lo que hoy vemos de la ermita de Santa María o de Nuestra Señora de las Viñas es una pequeña parte del templo original. En concreto, la cabecera y parte del crucero de la iglesia. Es un templo que bien pudo formar parte del conjunto monacal de Santa María de Lara que citan las fuentes medievales.

Durante gran parte de su historia, Santa María de las Viñas dependió del Monasterio de San Pedro de Arlanza. Esto hizo que fuera perdiendo importancia hasta caer en el olvido.

DESCRIPCIÓN DE QUINTANILLA DE LAS VIÑAS

Las excavaciones realizadas en el entorno han permitido conocer la planta y dimensiones del edificio original. Contaba este con forma de cruz latina, con tres naves en el brazo principal y una en el transepto. A ambos lados del crucero se abrían dos estancias cuya función exacta es desconocida. Aunque responderían a la compleja liturgia de la época. El ábside es de planta rectangular. A los pies contaba con un pórtico de acceso. Todo ello, con unas dimensiones muy amplias para el momento en que se construye, unos 23 metros de largo y 21 en su parte más ancha. 

Alzado y planta Quintanilla de las Viñas

La cubierta actual es plana, de madera. Posiblemente contó con bóvedas de piedra originalmente. Se combinarían las bóvedas de cañón con bóvedas de arista en naves y transepto, y bóvedas vaídas sobre pechinas en el ábside y, quizás, en el crucero. 

Desafortunadamente la iglesia se arruinó pronto. Tras el derrumbe de gran parte del templo, se cerró la parte oeste con un muro hecho de sillares de la ruina.

Ermita Quintanilla de las Viñas. Planta exterior

Materiales empleados

Para la construcción de la iglesia se reutilizaron sillares de origen romano. Se llevó a cabo con sillares de gran tamaño colocados a hueso. Es decir, sin emplear tipo de argamasa, algo habitual en la arquitectura visigoda.

La piedra empleada es de tres tipos. Por un lado, piedra caliza amarilla y blanca, procedente de las cercanas canteras de Hontoria. De esas canteras salió la caliza con la que se construyó, siglos más tarde, la Catedral de Burgos y otros destacados monumentos burgaleses (Arco de Santa María, retablo mayor de la iglesia de San Nicolás de Bari,...). También se utiliza piedra arenisca marrón y mármol para algunas columnas. Para el abovedamiento se emplea toba calcárea.

La ermita de Quintanilla de las Viñas cuenta con una riquísima decoración escultórica, tanto en el interior como en el exterior.

Decoración exterior

En su parte exterior, la cabecera está decorada con tres frisos corridos, decorados con bajorrelieves, de talla plana y con fondo neutro. Los dos inferiores tienen continuidad con los que decoran también los brazos del transepto.

Los frisos están decorados todos con roleos, cintas entrelazadas y sogueadas que forman círculos tangentes. En el superior predominan los cuadrúpedos. Encierra figuras de toros, grifos, leopardos y ciervos entre motivos vegetales.

En el intermedio se representan aves variadas (quizás perdices y pavos reales), rosetas y tres misteriosos monogramas en el lado norte del testero:

Anagramas ermita Quintanilla de las Viñas

Hay numerosas interpretaciones sobre el significado de esas letras. El último monograma puede interpretarse como F(e)C(e)R(u)N(t). Por lo que los otros dos serían dos nombres de persona: ¿F(l)AN(o)L(a)? y ¿DAN(i)L(a)?. ¿Recuerdan a los canteros o a los donantes de la iglesia? Lo cierto es que las, hasta ahora, poco exitosas interpretaciones de estas letras han servido para apoyar o rebatir las distintas teorías sobre la filiación y datación de la ermita. En la parte sur del propio testero, quedaron los huecos preparados para otros tres monogramas que no se llegaron a tallar.

Por último, el friso inferior se decora con roleos que encierran palmetas, racimos de uvas e, incluso, una concha sobre la actual puerta de entrada.

Estos frisos le otorgan a la ermita de Quintanilla de las Viñas una vistosidad y elegancia extraordinarias.

Decoración interior

Entre la decoración interior destaca, sin duda, el imponente arco toral. Es un arco de herradura peraltado, característico del arte visigodo. Las dovelas del arco se decoran con relieves similares a los descritos en el exterior (palmetas, racimos de uvas y aves). El arco descansa sobre dos enormes bloques trapezoidales que hacen la función de capiteles. Sus frentes están decorados con excepcionales relieves de gran belleza plástica y valor simbólico. Por último, una pareja de columnas de mármol aparentan soportar el arco.

Arco toral de ermita Quintanilla de las Viñas

En cada uno de los dos capiteles aparece representada una pareja de ángeles sosteniendo un medallón. En el interior de los medallones, representaciones antropomorfas del sol, en el capitel sur, y de la luna, en el norte. Por si no estuviera clara su interpretación, aparece una inscripción con las palabras "SOL" y "LUNA". Tradicionalmente se han identificado con Cristo y con la Iglesia o con María.

El capitel sur cuenta con una segunda inscripción en su borde superior: "OC EXIGVVM EXIGVA OFF(ert) D(e)O FLAMMOLA VOTUM". Podría traducirse como "La humilde Flámula ofrece este modesto voto a Dios". Junto con los anagramas del exterior nos podría dar la pista definitiva sobre la cronología de la iglesia.

Inscripción interior ermita Quintanilla de las Viñas

Encima de la clave del arco hay otro bloque de piedra tallado. Representa a Jesucristo con nimbo crucífero y en actitud de bendecir.

Además, hay otros dos grandes sillares tallados descontextualizados. Pudieron formar parte de un segundo arco toral arruinado. En ambos, de nuevo, dos figuras antropomorfas rodeadas por ángeles. Una de ellas porta una cruz patada en la mano. Seguramente, representación de Cristo. La otra tiene la mano sobre el pecho. Puede tratarse de una mujer. En ese caso, sería la Virgen María. Aunque el hecho de que no lleven nimbo podría apuntar a otra posibilidad, que sean los donantes.

Sillares Quintanilla de las Viñas

La maldición de los evangelistas

Aparte de estos dos últimos sillares citados, había, al menos, otros dos. Fueron robados de la ermita en el año 2004. En 2019 se recuperaron gracias a la labor del investigador Arthur Brand. Decoraban el jardín de una aristócrata inglesa que estaba a punto de desprenderse de ellos arrojándolos al río Támesis. Les responsabilizaba del fallecimiento repentino de su esposo. El mal fario se agravó cuando se enteró de que la persona que se los vendió, por unos 40.000 euros, también había fallecido poco después de la venta. De hecho, había colocado boca abajo los sillares para no ver los relieves y los ojos vacíos de las figuras representadas en ellos.

Actualmente, se conservan en el Museo de Burgos. Cada uno de los sillares pesa cerca de 40 kilos. En una de sus caras tienen tallados en bajorrelieve unas figuras humanas con libros en sus manos. Se han interpretado como la representación de dos de los evangelistas.  

Relieves evangelistas de Quintanilla de las Viñas

ORÍGENES DE QUINTANILLA DE LAS VIÑAS

Han sido muchos los especialistas que han estudiado Nuestra Señora de las Viñas en los últimos cien años. En líneas generales, podemos hablar de dos teorías o corrientes acerca de los orígenes y datación de la ermita:

1. Iglesia visigótica de finales del siglo VII o inicios del VIII

Un primer grupo de investigadores, entre los que se encuentra Luciano Huidobro, la consideran uno de los mejores ejemplos de arquitectura visigótica de España. Se construiría antes de la invasión musulmana, año 711, en los últimos años del reino visigodo. Es decir, a finales del siglo VIII o principios del IX. Es la teoría tradicionalmente más aceptada

Los defensores de esta opción argumentan la semejanza arquitectónica con otras iglesias visigodas. Por ejemplo, el arco de herradura central, los sillares colocados a hueso, sin argamasa, y el tipo de planta. También hay muchas similitudes entre los frisos de Quintanilla y los de otra supuesta iglesia visigoda, la de San Pedro de la Nave (Zamora).

En las excavaciones realizadas en la iglesia se encontraron algunas piezas que apoyarían esta datación visigoda.

El nombre Flámola, que aparece en la inscripción como donante, era muy habitual en la época. No tiene necesariamente que referirse a la Flámola, esposa del conde Gonzalo Téllez, del siglo X. De ser esa misma mujer, puede no ser la responsable de la fundación sino de una reforma posterior.

2. Iglesia prerrománica de finales del siglo IX o inicios del X

Otro importante grupo de investigadores apuntan por una datación posterior, finales del siglo IX o comienzos del X. Es el momento en que este territorio empieza a revitalizarse con la repoblación cristiana y el fortalecimiento del Condado de Castilla. Sería, por lo tanto, un templo prerrománico de repoblación.

El argumento fundamental de esta corriente está en la Flámola citada como donante. Un documento del Cartulario de Arlanza, del 912, menciona a una tal Flámola y a su esposo, el conde Gonzalo Téllez, como donantes del Monasterio de San Pedro de Arlanza. Este documento y la inscripción de Quintanilla probarían que Flámola y Gonzalo fundaron ambos monasterios, Arlanza y Lara.

En las figuras de animales de los frisos se vería claramente la influencia del arte persa sasánida. Una influencia que llegaría a Castilla a través del Califato de Córdoba. Además, la utilización de grandes bloques prismáticos como capiteles está presente también en la arquitectura prerrománica asturiana.

Frisos ermita Quintanilla de las Viñas

Por último, los rasgos de los personajes de los relieves son comparables a los de los primeros Beatos.

De cualquier manera, no hay nada seguro. La ermita de Quintanilla de las Viñas es uno de esos escasos edificios conservados en España previos al románico. Es una etapa oscura, llena de interrogantes, que sigue dando quebraderos de cabeza a los historiadores.

Guías de turismo Valle del Arlanza

Por último, te recomendamos visitar con guía la ermita de Quintanilla de las Viñas y la cercana Ruta del Arlanza. Allí conoceremos los orígenes de Castilla, visitando Covarrubias y el Monasterio de Santo Domingo de Silos. Contacta aquí con Guías Turísticos Burgos, Guías Oficiales de Turismo. 

Fachada catedral de Burgos

Visita la catedral de Burgos

Ermita de Quintanilla de las Viñas - Guías Turísticos Burgos