Hospital del Rey de Burgos
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A la salida de la ciudad de Burgos por el oeste y en pleno Camino de Santiago, encontramos el Hospital del Rey. Este antiguo hospital, destinado a la atención de peregrinos y enfermos, fue fundado por Alfonso VIII de Castilla y su esposa, Leonor de Plantagenet, a finales del siglo XII. Los mismos reyes habían fundado, en el 1187, el cercano Monasterio de las Huelgas. De este monasterio y de su abadesa dependerá la administración del Hospital del Rey prácticamente durante toda su larga existencia.
Sin duda, el Hospital de Rey fue el hospital medieval con mejores prestaciones asistenciales de todo el Camino de Santiago. En toda Europa era conocida la calidad y generosidad de un hospital en el que todos los peregrinos jacobeos encontraban acomodo. Por supuesto, era también el principal hospital de los 37 que llegó a haber en el Camino de Santiago en Burgos ciudad.
Actualmente es la sede del Rectorado y de la Facultad de Derecho de la Universidad de Burgos. Es Bien de Interés Cultural desde 1931. Además forma parte de un bien Patrimonio de la Humanidad como el Camino de Santiago. En concreto, del Camino Francés.
A continuación, te descubrimos el Hospital del Rey de Burgos.
HOSPITAL DEL REY
Antes de comenzar con la la historia del Hospital del Rey, vamos a aclarar el origen del término hospital. Es un término que hoy vinculamos exclusivamente a la asistencia sanitaria. Pero no siempre ha sido así.
Origen del término hospital
El término hospital tiene su origen en la palabra latina hospes (huésped), aquel que aloja o es alojado. Un hospital medieval era, al mismo tiempo, albergue de transeúntes, asilo de ancianos y centro de asistencia sanitaria. En general, en un hospital se acogía a todas aquellas personas que estuvieran necesitadas. De este modo, se procuraba hospitalidad tanto a peregrinos como a pobres del lugar, sanos o enfermos.
Por lo tanto, aunque en muchos los peregrinos tenían preferencia, no eran los únicos destinatarios de la asistencia hospitalaria en el Camino de Santiago.
En cuanto a su administración, todos los hospitales medievales estuvieron en manos de instituciones religiosas. Primero, de monasterios y sedes episcopales. Más tarde, de órdenes militares y, por último, de parroquias y cofradías. Frente al modelo de gran hospital, como el Hospital de Rey, estaba el del pequeño hospital urbano. Generalmente, este último se abría en una vivienda familiar y contaba con escasas rentas, administradas por una parroquia o cofradía.
HISTORIA DEL HOSPITAL DEL REY
Fundación del Hospital del Rey
Tradicionalmente se ha considerado que el Hospital del Rey fue fundado en el año 1195. Su existencia está ya perfectamente documentada en el año 1209. De esa fecha son varias donaciones y privilegios que, a favor del hospital, hizo su fundador, el rey Alfonso VIII. El mismo rey, en 1212, poco antes de partir hacia la batalla de las Navas de Tolosa, puso al hospital bajo la jurisdicción de la abadesa del Monasterio de las Huelgas. Desde entonces, la historia del Hospital del Rey y del Monasterio de las Huelgas irán íntimamente ligadas.
Sobre la fundación del Hospital del Rey, hay diversas teorías acerca de los motivos que impulsaron a Alfonso VIII. Para algunos, la idea se gestó antes de la batalla de Alarcos (año 1195). Precisamente la derrota en Alarcos frente a los almohades motivaría esta fundación con el fin de desagraviar a Dios por haber acometido una empresa tan temeraria y desoír los consejos de la prudencia. Para otros, la fundación sería inmediatamente posterior.
El Hospital del Rey en época medieval
A pesar de estas tradicionales afirmaciones, al parecer, la obra del hospital estaba comenzada en 1187. Sería un centro anejo al Monasterio de las Huelgas y respondería a la misión de ejercicio de la caridad de este cenobio. El hospital acogería a todo tipo de enfermos pero, sobre todo, atendería a los peregrinos que iban a Santiago de Compostela.
El hospital estaba sujeto a la autoridad de la abadesa de las Huelgas. Pero, siendo un monasterio de estricta clausura, una comunidad de freires se encargaba de la organización, administración y mantenimiento del centro. Por decisión de los fundadores, estuvo regido por 12 freires y 8 freiras de la Orden del Císter, presididos por un comendador mayor. Bajo su mando había cerca de un centenar de personas, entre capellanes, mozos personales de los freires, sirvientes,...
Contaba con protección real e importantes dotaciones patrimoniales. Entre ellas, tierras que proporcionaban rentas, derecho al cobro de tributos y exención de muchos impuestos. Este patrimonio, se incrementó notablemente durante todo el siglo XIII, no solo gracias a Alfonso VIII, sino también a Fernando III y Alfonso X.
El Hospital del Rey desde el renacimiento hasta la actualidad
El reinado de los Reyes Católicos supuso un profundo cambio en las instituciones. Por supuesto, tuvo su repercusión en el Hospital del Rey. Se promulgaron nuevas ordenanzas para el funcionamiento del hospital. En ellas se detalla el personal (12 freires y 7 capellanes) sus retribuciones, condiciones de vida y funciones. También se exige la presencia permanente de un boticario, un cirujano y un médico asalariados, y un enfermero.
Aunque con la llegada del siglo XVII comenzaron a resentirse las peregrinaciones jacobeas, el Hospital del Rey continuó teniendo un gran protagonismo en la vida de Burgos. Siguió siendo uno de los centros más importantes de atención a enfermos y pobres. También seguía atendiendo a los ya escasos romeros que pasaban por la ciudad.
En el siglo XIX, el Hospital del Rey pasó a depender de la Junta Provincial de Beneficencia, perdiendo la abadesa de Las Huelgas su autoridad. En ese mismo siglo, fue definitivamente absorbido por la Corona.
Durante la guerra civil española, el bando nacional lo usó como hospital para las tropas marroquíes musulmanas. Se llegó a construir una mezquita en el patio del Hospital del Rey. Cuando los soldados lo abandonaron, sus salas fueron ocupadas por pobres de la ciudad. Allí eran atendidos por Religiosas de la Caridad hasta que en 1977 es definitivamente desocupado.
En 1991 finalizó la restauración del hospital para su uso docente. El inmueble es hoy propiedad de Patrimonio Nacional, aunque su uso está cedido a la Universidad de Burgos.
La asistencia en el Hospital de Rey. El menú del peregrino
Todos los hospitales ofrecían techo para protegerse y fuego para calentarse. Además, el alojamiento incluía la posibilidad de dormir en cama. Pues bien, el más grande, el Hospital del Rey, contaba, en 1499, con 87 camas, 66 para hombres y 21 para mujeres. Estaban distribuidas en dos dormitorios, 45 camas, y dos enfermerías, otras 42.
Ahora bien, más que por la cama y el fuego, el aprecio de los hospitales venía dado por la ración de alimentos. Señala un peregrino alemán, a finales del XV, que en el Hospital del Rey daban de comer y beber hasta saciarse. Allí, cada peregrino tenía derecho a una ración diaria, almuerzo o cena. Estaba compuesta por dos panes redondos de medio cuartal (575 gramos), dos vasos de vino de medio azumbre (un litro aproximadamente), un plato de caldo o de potaje de legumbre u hortalizas, y un trozo de carne de dos libras a repartir entre tres (unos 300 gramos por persona). Es decir, una comida de cinco estrellas.
A mediados del siglo XV, el Hospital del Rey servía en las mesas de los romeros una media de 200 raciones. Habría que añadir otras 150, servidas en las enfermerías y a oficiales y criados.
ARQUITECTURA DEL HOSPITAL DEL REY
El edificio actual cuenta con numerosas estructuras y dependencias diferentes. Son consecuencia de las sucesivas reformas y ampliaciones que ha sufrido a lo largo de su casi milenaria vida.
Apenas hay restos del antiguo complejo del Hospital del Rey que se levantó en los últimos años del siglo XII e inicios del XIII. De estos momentos se conservan dos puertas protogóticas que dan acceso a la iglesia y a lo que era la sala de antiguas enfermerías. Fechables en torno a 1220, son de características plenamente cistercienses.
De la zona de la enfermería, derribada hacia 1910, solo quedan los pilares. En ellos encontramos decoración con motivos heráldicos de los reinos de Castilla y León. Por lo tanto, posteriores a 1230, año en que Fernando III, rey de Castilla, pasó a ser rey también de León. La enfermería era uno de los ejemplos más notables de la arquitectura burgalesa del siglo XIII.
Iglesia del Hospital del Rey
Desconocemos con seguridad cómo eran los caracteres de la iglesia primitiva. Probablemente la construyeron los mismo artistas que trabajaban en Las Huelgas, dentro de los parámetros del estilo gótico cisterciense. De la antigua iglesia se conserva la portada principal.
La iglesia se reforma en profundidad en el siglo XVI, con motivo de la construcción del Patio de los Romeros. En esa momento, se añade el pórtico, restaurado en 1771. En el siglo XVII se reforma de nuevo. De inicios de esa centuria data la torre de la iglesia.
Quizá el elemento más noble de todo el conjunto sean las puertas de madera de la portada occidental, talladas hacia 1540. En ellas, están representados Adán y Eva en el Paraíso. También al apóstol Santiago, rodeado de peregrinos.
La Puerta de los Romeros
Sin duda fue la primera mitad del siglo XVI el momento, después de la época fundacional, en el que se llevaron a cabo las más importantes obras en el Hospital del Rey. Es en ese periodo cuando se construye el conjunto que forman la Puerta, el Pórtico y el Patio de Romeros. Es uno de los más bellos y mejor conservados del renacimiento español.
Desde su construcción, hacia 1526, la Puerta de los Romeros fue la entrada principal y única al recinto del hospital. Se asemeja a un arco triunfal de doble cara. Por un lado, en el remate de su cara exterior, está representado el apóstol Santiago. Por otro, en la cara que mira al Patio de Romeros, la Virgen María. Recuerdan ambas imágenes a las que decoran el Arco de Santa María de Burgos. De hecho, su autor es seguramente el mismo, Ochoa de Arteaga.
Casa del Fuero Viejo
Su fachada cierra el lado derecho del Patio de los Romeros. La construcción de esta casa se la debemos también a Ochoa de Arteaga.
La Puerta de los Moros
Esta puerta se construyó para servir de entrada a la zona del hospital en la que se encontraban las viviendas del personal al servicio del mismo. Ya existía en 1500, aunque su fisonomía actual responde a actuaciones posteriores
Ermita de San Amaro
Junto a la entrada al Hospital de Rey, se encuentra la ermita de San Amaro y el cementerio donde se enterraba a los peregrinos que allí fallecían. Este santo, de origen francés, se estableció en Burgos en el siglo XIII tras peregrinar a Santiago de Compostela. Desde entonces, dedicó su vida a cuidar a los enfermos pobres y a los peregrinos que llegaban al este hospital. Su ermita fue construida en 1614 por fray Pedro de Lazcano. En el interior de la ermita, se conserva el sepulcro de piedra del santo.
Guías Monasterio de las Huelgas
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